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¿Qué es curving, o los mensajes esquivos al ligar?

Curving
Isbelia E. Farías

¿Recibes mensajes esquivos de la persona que te interesa? Tal vez te están haciendo curving.

El mundo de las citas cada vez esconde mayor complejidad, por lo que son muchos los aspectos que se deben tener en cuenta cuando se liga. Además, actualmente surgen nuevas tendencias.

Se debe tener un mayor cuidado cuando se trata de las relaciones afectivas que se intentan forjar a través de las redes sociales y aplicaciones.

Muchas personas sienten la necesidad de encontrar una pareja e indagar en las diferentes aplicaciones hasta lograrlo. No obstante, estos espacios no son siempre seguros. Son muchas las personas que se decepcionan y terminan dándose por vencidas.

¿Qué es el curving?

Anteriormente, estaba de moda el ghosting, o esa forma de desaparecer en la que incurrían algunas personas, sin importarle los sentimientos del otro. Pero ahora se suma una nueva tendencia, el curving.

El curving ocurre cuando una persona rechaza a otra de una forma sutil, de forma que la víctima ni siquiera se percata. Quienes practican el curving le “dicen” a la otra persona que ya no les interesa tener nada con ellos, pero sin mediar palabra.

Es importante saber identificar este fenómeno a fin de que todos puedan reconocerlo y protegerse. Una persona puede estar siendo víctima de curving cuando pasan días y la otra persona no responde los mensajes y, en caso de hacerlo, nunca responde de forma concreta.

También hace curving quien cancela los planes de forma seguida o que se muestra llena de ocupaciones cada vez que la otra persona le propone un plan.

Cuando la víctima se da cuenta de lo que ocurre, nota que esa persona no está tan interesada como se mostró en algún momento, así como tampoco tiene intenciones de concretar una salida.

Llegado este momento, es a la persona afectada a quien le corresponde poner fin a la situación, pues, si no lo hace, entonces quedará encerrado en un círculo vicioso de curving que, a su vez, le hará sentir frustración.

Quienes deciden alargar estas situaciones, se exponen a heridas emocionales, por lo que, la principal recomendación es ser realista, dejar de justificar el comportamiento evasivo de la otra persona y poner fin.

Para construir una relación de pareja, es necesario que los dos componentes formen parte activa, es decir, que cada uno tenga la intención de involucrarse y que puedan conversar de cualquier tema. Esto forma parte de compartir.

Cuando hay buena comunicación, las parejas asienten, negocian, hablan, preguntan, escuchan, establecen acuerdos, entre otros factores que les ayudan a compartir la vida cotidiana.

Además, cuando una persona está interesada en otra, se muestra decidida a conocer los pensamientos de su compañero/a, sus reflexiones o cómo interpreta algunas situaciones.

Señales de que no le interesas a la otra persona

Incluso, cuando las parejas ya están dentro de una relación, hay señales que dejan evidencia cuando uno de los miembros pierde el interés en el otro, tal como:

  1. Poco contacto físico: no hay caricias, besos ni se tocan las manos. Las muestras físicas de cariño están ausentes.
  2. La persona no hace preguntas: esto puede significar que le interesa cómo ha sido el día de la otra persona, qué anécdotas tiene por contar o cuáles son sus preocupaciones.
  3. Discusiones frecuentes: el problema no es la discusión en sí, sino el hacerlo de forma poco asertiva, es decir, sin amenazas, gritos ni insultos.
  4. La persona solo sostiene el móvil: y no presta atención a lo que su pareja le está diciendo.
  5. No hay planes a futuro ni a corto plazo: ya no planifican ir a dar un paso, visitar un sitio o tomar una caminada.

Para llevar una relación de pareja saludable, es recomendable asumir prácticas afectivamente responsables. Entre estas se encuentra el construir una comunicación honesta, analizar cuáles serían las consecuencias de los actos, es decir, comprender que las acciones individuales o ciertas actitudes, pueden herir a la otra persona.

En una relación con responsabilidad afectiva también es importante que se tracen límites, en los que exista reciprocidad.   

Asimismo, es importante el cuidado mutuo, lo cual no implica hacerse cargo de lo que el otro siente por completo, sino la claridad en la comunicación, sin causar dolor emocional.

Por último, se debe validar a la otra persona, sin impedir que se exprese, pues, muchas parejas lo hacen para evitar conflictos, pero esto no es lo más responsable. Evitar los engaños también es necesario, para lo cual la honestidad y sinceridad siempre deben ocupar el primer lugar en la relación.

La responsabilidad afectiva es cada vez más importante, y no solo en los vínculos de amor, sino también en los amistosos o familiares.

El curving, efectivamente, no es una práctica de responsabilidad afectiva, ya que esta implica el cuidado de nuestros comportamientos, considerando que estos influirán en los demás, incluyendo no solo las acciones, sino los gestos y la forma en la que se expresan las ideas o explicaciones.

Bibliografía

  • Becerril, D. (2001). Relaciones de pareja. Revista de educación325, 49-56.
  • López, M. (2019). Por una pedagogía del cuidado, el acuerdo y la responsabilidad afectiva. LATFEM Periodismo feminista8.
  • Wojtyla, K. (2008). Amor y responsabilidad (Vol. 35). Palabra.

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