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Trastorno Antisocial de la Personalidad. Síntomas y Tratamiento

Personalidad antisocial
Eva Mª Vallejo
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El trastorno antisocial de la personalidad es una patología caracterizada por el desprecio de las leyes y la falta de respeto hacia los derechos de otras personas.

¿Te suena familiar? Este trastorno ha sido la piedra angular de muchísimas películas de misterio, terror, acción o drama, en las cuales “el villano” es experto mintiendo, manipulando y agrediendo… además de no sentir remordimiento ni empatía alguna.

No obstante, gran parte de estos rasgos se encuentran dramatizados, y pueden llevarnos a confusión. Conocer las características reales de esta enfermedad puede ayudarnos a sensibilizarnos ante las personas que la padecen.

Síntomas y causas

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales V (DSM-V), reúne los síntomas del trastorno de personalidad antisocial:

  1. Incapacidad de adaptarse a las normas y leyes sociales, lo cual lleva a estas personas a cometer delitos con frecuencia.
  2. Tendencia a ser deshonesto y mentir constantemente.
  3. Impulsividad e irritabilidad que puede terminar en peleas físicas.
  4. Incapacidad para hacer planes.
  5. Poca o nada de preocupación por la seguridad de sí mismo u otros.
  6. Incapacidad para sentir remordimiento o culpa.
  7. Marcados rasgos de irresponsabilidad y dificultad para comprometerse.

Como todo trastorno de personalidad, el antisocial es producto de una mezcla entre antecedentes familiares y experiencias de vida,  de manera que tanto la herencia genética como la crianza juegan un papel importante en el desarrollo de este trastorno.

¿Qué tienen que ver los antecedentes familiares con un trastorno de personalidad? ¡Absolutamente todo! Los rasgos de personalidad tienen un componente genético que se transmite de generación en generación.  

Ahora bien, las experiencias vividas también tienen un papel protagonista en el origen de la personalidad antisocial, por ejemplo, el abuso y el maltrato infantil generan un trauma psicológico que contribuye con el desarrollo de rasgos como la agresividad y la supresión de la empatía.

De esta forma la violencia de cualquier tipo al principio de la vida, vuelve más propenso al individuo de desarrollar un trastorno de personalidad antisocial cuando llegue a la adolescencia.

Conoce a las personas con trastorno antisocial

Debido a la incapacidad de adaptación a las leyes, estos individuos cometen delitos con frecuencia, amenazas, estafas, agresiones y robo, que a menudo pueden llevarles al encarcelamiento.

Utilizan el engaño, la manipulación y la mentira para relacionarse con otros, obtener beneficios y quebrantar las leyes. En este sentido, desprecian los sentimientos de los demás y se enfocan únicamente en lo que les trae algún beneficio material.

La impulsividad propia del trastorno les lleva a actuar sin pensar antes, por lo cual pueden cambiar de hogar constantemente, de amigos e incluso de trabajo, gastar el dinero de la familia, acumular deudas, conducir con exceso de velocidad o bajo efectos de un psicotrópico.

Estos rasgos están matizados por una marcada tendencia a no sentir culpa, de manera que estos individuos le restan importancia a las consecuencias de sus actos e incluso culpan a las víctimas por ser “débiles”, “tontas” o “merecer una mala suerte”, o simplemente muestran indiferencia ante el daño ocasionado.

El tratamiento a través de la psicoterapia

Los rasgos del trastorno antisocial no pueden ser suprimidos completamente del comportamiento habitual de la persona, pero lo que sí es posible es reducir la agresividad, fomentar el control de los impulsos y la empatía.

Esta patología se inicia en la adolescencia, por lo cual la psicoterapia de corte cognitivo-conductual es eficaz para ayudar al joven a orientar su conducta hacia hábitos saludables, aprender a reconocer las emociones de otros y extinguir los comportamientos violentos.

A su vez, a través de la psicoterapia grupal, el paciente puede desarrollar y poner en práctica la empatía al relacionarse con otras personas. En caso de que la impulsividad y la agresión sean incontrolables, es preciso recurrir a un tratamiento farmacológico, debido a que estos comportamientos obstruyen el avance psicoterapéutico.

Asimismo, si el trastorno de personalidad antisocial se encuentra acompañado de otro trastorno de personalidad o un trastorno psicótico, deben proporcionarse los medicamentos pertinentes hasta disminuir los síntomas y recobrar un comportamiento estable.

La psicoterapia es el medio perfecto para que los pacientes con trastorno antisocial de la personalidad aprendan mejores formas de relacionarse con los demás. Estos vínculos fomentan la modificación de los hábitos y garantizan un cierto nivel de bienestar tanto para el paciente como para quienes le rodean.

Antecedentes del trastorno antisocial de la personalidad

La investigación longitudinal ha documentado que los niños y los adolescentes con trastornos de la conducta tienen un mayor riesgo de presentar conductas antisociales en la edad adulta.

Aunque no todas las conductas antisociales de la adultez tienen antecedentes en la infancia, los trastornos con factores genéticos contribuidores, como el TAP, tienden a manifestarse de forma temprana en la vida.

Según la revisión realizada por Holguín y Palacios (México, 2014), hasta la mitad de aquellos que presentan un trastorno de conducta de manera temprana pueden experimentarlo en su edad adulta, mientras que los individuos con inicio más tardío de los síntomas pueden experimentar síntomas transitorios y lograr la remisión.

1 comentario en “Trastorno Antisocial de la Personalidad. Síntomas y Tratamiento”

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