Los Mejores Psicólogos
de Tu Ciudad

 

Comparte:

Aprende a decir “no”. La importancia de poner límites

Decir No
María Laura Iuzzolino

Dar un no como respuesta puede ser una tarea difícil. A las personas complacientes les cuesta reconocer que realmente no pueden con todo lo que se les propone, y suelen así sufrir estrés y malestar.

En este artículo les contaremos acerca de la importancia de dar un no como respuesta para poder trazar límites. Verán que, de implementar nuestros consejos para hacerlo, mantendrán mejores vínculos y aprenderán a dar prioridad a lo que realmente lo merece.

Si quieren aprender a decir que no y lograr así una mejor calidad de vida, entonces sigan leyendo.

La importancia de poner límites

Para mantener relaciones saludables, que beneficien a ambas partes, poner límites es esencial. Es fundamental respetarnos a nosotros mismos, saber hasta dónde los demás pueden llegar sin inferir en nuestro bienestar. Esa es la finalidad de un límite. Ahora bien, decirlo puede ser sencillo, pero llevarlo a la acción es complejo.

Poner límites puede no ser una tarea que sea agradable realizar. Muchos de ustedes seguramente temen algo acerca de decir “no” a alguien. Ya sea por su posible reacción, por sentir culpa, por miedo al rechazo.

Sin embargo, establecer hasta dónde los demás pueden llegar, es de vital importancia. Mejorará nuestra calidad de vida. Quizás, el trazar límites nos aleje de vínculos que no entienden el por qué lo hacemos, pero nos estaremos respetando a nosotros mismos. Perder una relación por haber dicho “no” al principio dolerá, pero luego comprenderán que esa persona no no merecía la pena.

Si apreciamos a alguien, deseamos su bien por sobre todas las cosas, y debemos de respetar sus decisiones. Es por eso por lo que, si una persona se aleja de nosotros solo por darle un no como respuesta, en realidad no nos respeta. Un vínculo que no se basa en el respeto, jamás será sano.

¿Por qué resulta difícil decir que no?

Decir “no” como respuesta puede ser una tarea difícil de realizar. Podría generarnos temor, por diferentes motivos vinculados con nuestras características personales. Algunas posibles razones por las que decir “no” puede asustarnos son: sentir culpa, miedo a ser rechazados, necesidad de aprobación y temor a posibles críticas.

Por más que estas cuestiones que pueden atemorizarnos parezcan ser graves, más importante es que podamos afianzarnos frente a los demás. Demostrar hasta dónde podemos llegar, a qué accedemos y a qué no. Trazando límites viviremos mejor, forjaremos relaciones basadas en respeto y cuidado mutuo. De esa forma, les aseguramos, su calidad de vida y salud emocional se verán beneficiadas.

Decir “no” en caso de no poder con algo o porque no quieres te dará más tiempo para dedicarte a actividades que realmente merecen de ti, evitarás el estrés que genera comprometerte en algo que no disfrutas, y te priorizarás, lo que mejorará tu autoestima.

Decir “no” sin sentirse mal luego

Como ya les adelantamos, decir que no puede no ser tarea fácil. Sin embargo, esperamos ya hayan podido comprender la importancia de hacerlo. Si ustedes acaso temen decir “no”, sea por el motivo que sea, les daremos aquí algunos consejos prácticos para que puedan hacerlo sin sentirse mal al respecto. De seguirlos, verán cómo sus relaciones se beneficiarán y, por ende, serán más felices.

Comprende que tienes derecho a decir “no”

Solo por rechazar alguna oferta o pedido, no seremos ni egoístas ni irresponsables. Una simple acción no nos define. Comprender esto nos ayudará a responder sin culpa, y con el tiempo aprenderemos a ponernos primero.

Sentir ansiedad es parte del proceso

Si normalmente nos cuesta, empezar a decir “no” nos generará ansiedad. La clave está en aceptarlo, y si lo sabemos de antemano es aún mejor. Las buenas soluciones llevan trabajo, dar un sí sabiendo que no queremos aceptar algo no nos hará ningún bien.

Acepta que no puedes con todo

Es imposible que tú solo puedas con todo, y eso está bien. Si dedicas tu tiempo completo a satisfacer las necesidades de los demás por no saber dar un no como respuesta, solo te perjudicarás.

Establece prioridades, revisa cuáles son tuyas y cuáles son ajenas, y así sabrás hasta dónde podrás ir sin descuidarte a ti mismo.

No inventes excusas, solo di la verdad

Si vas a decir que no, reconoce por qué lo haces. No inventes motivos que consideres mejores que el tuyo si vas a rechazar una oferta. Solo di “no”, de forma sincera. Si los demás te respetan, deberían saber comprenderlo.

Sé directo

Da respuestas cortas, no creas que le debes explicaciones a nadie. Limita lo que dices a un simple: “no creo poder, disculpa” o “no, no podré asumir la responsabilidad necesaria para hacerlo”. Pensar en explicaciones y respuestas elaboradas solo te hará dudar y dificultará tomar la decisión que necesitas.

Tómate tu tiempo para pensar

Si no estás seguro, piénsalo. Responde que necesitas algo de tiempo, que luego les darás una respuesta. Decir que sí de forma precipitada puede llevarnos al medio de un aprieto. A veces es mejor tomarse un tiempo para pensar qué necesitamos o queremos. 

Decir que no es sinónimo de bienestar

Esperamos que a partir de leer este artículo hayan podido comprender la importancia de decir que no y por qué deberían empezar a hacerlo. Poner límites es respetarnos y son el primer paso para entablar relaciones sanas con los demás.

Vínculos sanos basados en cuidado y respeto mutuo mejorarán tu calidad de vida. Aprendiendo a decir que no podrás también enfocarte en tus prioridades, dándole el lugar que merece a aquello que importa, dejando de lado el estrés de intentar cumplir con todo lo que se te solicita.

No puedes con todo, y eso está bien. Es humano. Aprendiendo a decir que no te sentirás mejor contigo mismo y con tus vínculos. Esperamos que sigas nuestros consejos para poder hacerlo.

Referencias

  • Fensterheim, H., & Baer, J. (2017). No diga sí cuando quiera decir no: Aprenda a comunicarse de forma asertiva. DEBOLSILLO.
  • Parasuraman, R., Molloy, R., & Singh, I. L. (1993). Performance consequences of automation-induced’complacency’. The International Journal of Aviation Psychology3(1), 1-23.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio