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Verdades y mentiras sobre la Psicología Positiva

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Rebeca Pozuelo Fernández

Desde que el estudio de la Psicología Positiva está en auge y va avanzando cada vez más, lo más lógico es que aparecieran detractores dispuestos a lanzar críticas, en este caso, la mayoría, nada constructivas.

Aunque esto ha sido comentado y replicado en un gran número de ocasiones por múltiples autores, se siguen generando malentendidos respecto al tema.

Por ello, es necesario aclarar los mitos que están teniendo lugar sobre el estudio de esta aplicación o perspectiva del ámbito de la psicología, que cada vez va siendo más familiar para toda la comunidad psicológica y que ya se está poniendo en marcha en muchas de las intervenciones en todas las áreas: niños y adolescentes, ancianos, adultos, laboral, deportivo, educativo, etcétera.

En primer lugar y de forma introductoria, es importante mencionar que aunque se ha hecho una diferenciación entre emociones positivas y negativas, debido a que la Psicología Positiva se centra en las emociones positivas (las cuales han sido víctimas de una escasa atención por parte de la investigación durante mucho tiempo y de forma casi generalizada), ambos tipos de emociones cumplen una función importante (comunicativa y de conservación) más allá de la mera clasificación.

Por lo que es evidente que la Psicología Positiva no pretende suprimir las emociones negativas al igual que no hay pretensión de sentir emociones positivas todo el tiempo.

Dicho esto, comento a continuación algunos de los mitos relacionados con la Psicología Positiva, seguidos de la explicación que más se ajusta a la realidad de la investigación científica:

1. Ofrece felicidad ilimitada y para toda la vida una vez que uno se adentra

A pesar de los beneficios que proporcionan las emociones positivas a la salud y longevidad de las personas, en ningún estudio de investigación se ha mencionado que estos elementos sean beneficiosos de forma ilimitada, ya que como todo, los recursos deben ser utilizados con conciencia.

Además, en algunas circunstancias, niveles muy elevados de emociones positivas pueden tener efectos contrapuestos (por ejemplo, realizar actividades de mayor riesgo) o no siempre son vinculados a un mayor bienestar psicológico o a unos mejores resultados.

Es bien sabido que todo esto asimismo, depende del contexto y de otras variables psicológicas como la personalidad, y esto es contemplado por los estudiosos de la Psicología Positiva.

2. No aporta nuevos resultados aparte de lo ya conocido hasta ahora

El hecho de que se ponga más énfasis que antes en la investigación de lo positivo actualmente, no significa que no se estén obteniendo resultados nuevos y se avance más en la ciencia psicológica, por el mero hecho de que anteriormente ya se comenzara a investigar y desarrollar como lo hicieron W. James, C. Rogers y A. Maslow.

3. Tiene una gran vinculación con el individualismo y el capitalismo

Hay autores que lo vinculan, como hemos mencionado al capitalismo y al libre mercado, a la sociedad individualista, la desigualdad y el abuso de poder, ya que piensan que se trata de ofrecer una felicidad individual y egocéntrica a las personas.

Sin embargo, la Psicología Positiva, además del individuo, también aborda el bienestar psicológico de los grupos, el ámbito laboral, las comunidades y las sociedades, lo cual es imprescindible para gozar de una mayor prosperidad. También se abordan las situaciones extremas que acontecen en los seres humanos, como la pobreza o los conflictos bélicos.

4. No se basa realmente en nada

Se la tacha de no ser ni útil ni beneficiosa, además de carecer de bases históricas, científicas y epistemológicas que la avalen, además se le atribuyen insuficiencias metodológicas.

No obstante, no es un modelo creado de la nada, sino que tiene bases procedentes de la filosofía, como el tipo de felicidad basado en la eudaimonia, vinculado a poseer y desarrollar las virtudes de la persona; el estudio del bienestar psicológico; los afectos positivos y negativos, así como la satisfacción con la vida. Los cuales son elementos que ya se empezaron a estudiar antes del nacimiento de la Psicología Positiva propiamente dicha, formando parte del estudio de la Psicología en general.

Ni que decir tiene, que uno de los objetivos principales de la Psicología, es mejorar el bienestar psicológico de la persona y su calidad de vida.

5. Es una empresa inútil porque los elementos que la componen no tienen un poder curativo

En efecto, no lo tienen, ni en ningún momento se dijo que lo tuvieran, sino que estos elementos pueden contrarrestar variables negativas que influyen en el grado de recuperación de las enfermedades físicas y en el malestar psicológico.

Como por ejemplo, el criticado optimismo. Es fundamental atenerse a las evidencias científicas para cerciorarse, ya que las conclusiones se muestran con cautela, sin apelar a términos referentes a la curación o a la felicidad comprendida en términos absolutos.

6. Que se produzcan cambios positivos tras la adversidad, es un fraude

La investigación empírica sobre este aspecto está avanzando cada vez más, además de que en ella están implicados la coexistencia entre aspectos positivos y negativos, los síntomas psicopatológicos y las fortalezas del ser humano, todos ellos integrados de forma natural y pudiendo evidenciar que el crecimiento postraumático se produce en una gran parte de las personas que sufren un trauma.

7. Las intervenciones positivas tienen más que ver con el sentido común

Algunos críticos consideran que el abordaje de los problemas mediante Psicología Positiva, forma parte de un rasgo genérico de todo proceso de afrontamiento de problemas, afirmando que si pudiera tener algún efecto sería trivial y resultado del sentido común y los placebos.

Es de importancia comentar que hay evidencia creciente, de que tanto el afecto positivo como el negativo están involucrados de diferente modo en diferentes problemas psicopatológicos y en todo tipo de poblaciones. Por lo que no es recomendable dejar lo positivo de lado y achacarlo al sentido común, además de que muchas de las técnicas utilizadas para intervenciones positivas tienen su procedencia de investigaciones básicas en Psicología.

Para finalizar, es necesario que se haga hincapié en la relevancia de seguir realizando investigaciones y estudios empíricos que nos ayuden a avanzar y comprobar con mayor claridad la aplicabilidad y la efectividad de la Psicología Positiva en sus diferentes ámbitos de intervención.

Nota del Editor

La base de este artículo se encuentra en el documento de Carmelo Vázquez (Catedrático de Psicopatología en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM),  titulado “La psicología Positiva y sus enemigos: una réplica en base a la evidencia científica”, el cual ofrecemos para su descarga en PDF, y cuya lectura recomendamos encarecidamente.


Recursos:
La psicología Positiva y sus enemigos…
Fuentes:
Imagen cortesía de Farrukh vía Flickr.com

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