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Pensamiento lateral o divergente: 7 claves infalibles para potenciar tu creatividad

Pensamiento lateral divergente
Psicopedia

¿Sientes que tus ideas y soluciones se mueven siempre por los mismos caminos? ¿Buscas inspiración para resolver problemas de forma original? El pensamiento lateral o divergente te abrirá puertas antes insospechadas.

Este innovador sistema de pensamiento, popularizado por Edward de Bono, es una poderosa herramienta creativa adoptada con éxito por empresas como Google o Pixar.

A través de sencillas pero efectivas técnicas, el pensamiento lateral consigue romper bloqueos mentales para generar ideas frescas e ingeniosas. Te enseñará a cuestionar supuestos limitantes, explorar nuevos enfoques y dejar volar tu imaginación más allá de lo convencional.

En este artículo descubrirás 7 claves infalibles para activar tu creatividad mediante el pensamiento lateral, y algunas técnicas concretas que llevarán tu habilidad divergente a otro nivel. Aplicándolas lograrás soluciones brillantes en tu negocio, proyectos personales o cualquier otro desafío.

¡Transforma tu mente! El pensamiento lateral hará fluir tu innovación hacia direcciones insospechadas. Sigue leyendo y revoluciona tu capacidad para resolver problemas y crear cambios positivos. Tu mente agradecerá salir de la caja.

1. Sal de lo obvio. Cuestiona supuestos y rompe patrones

Salir de lo obvio es crucial para el pensamiento lateral. Nuestra mente tiende a seguir patrones conocidos, a repetir las mismas conexiones neuronales. Por ello, la primera clave para pensar diferente es desafiarnos a nosotros mismos, a interrumpir nuestros circuitos mentales habituales. Debemos cuestionar supuestos que damos por sentado y que limitan nuestra creatividad.

¿Realmente las cosas tienen que ser así? ¿No hay otra forma de enfocarlo? Romper con lo establecido, con la manera en que “siempre se ha hecho”, es esencial. Cuando nos liberamos de ideas preconcebidas y nos abrimos a lo nuevo, expandimos nuestro horizonte de posibilidades.

Salir de nuestra zona de confort mental requiere valentía y apertura, pero ese es el primer paso para acceder a soluciones innovadoras y al pensamiento creativo. Atreverse a dudar, a pensar diferente, puede cambiarlo todo.

2. Explora nuevas perspectivas. Ve el desafío desde otros ángulos

Una vez que nos atrevemos a cuestionar lo obvio, el siguiente paso es explorar activamente nuevas perspectivas. Un problema puede abordarse desde múltiples ángulos, cada uno revelando facetas y matices diferentes. En lugar de quedarnos en la primera impresión o punto de vista, el pensamiento divergente busca intencionalmente ampliar la mirada.

Se trata de hacer el ejercicio de ponerse en diferentes zapatos, de analizar el desafío desde diversas ópticas. Cada nuevo enfoque potencia nuestra creatividad para hallar soluciones. La situación que parece un callejón sin salida desde una vista, se transforma al cambiar de lugar y mirar con otros ojos. Abordar un problema desde ángulos insospechados es una clave indispensable del pensamiento innovador. A veces basta con cambiar la pregunta para cambiar nuestra realidad.

3. Sé flexible. Cambia enfoques y estrategias

La flexibilidad mental es indispensable en el pensamiento divergente. Debemos estar dispuestos a cambiar de estrategia y enfoque sobre la marcha si una idea no funciona. En lugar de aferrarnos rígidamente a un solo camino, la clave es movernos con fluidez entre distintas opciones, modificándolas y recombinándolas. Como en un cubo de Rubik, giramos las piezas en diferentes direcciones hasta dar con la combinación correcta.

Imaginemos, por ejemplo, que intentamos decorar una habitación de varias formas sin lograr el efecto deseado. Un pensador lateral permanecería flexible, probando con nuevos estilos, colores y disposiciones hasta integrar los elementos de modo novedoso y armónico. Saber cambiar el curso y no estar atado a una sola manera es esencial para la creatividad.

4. Piensa de forma expansiva. Genera muchas ideas sin juzgarlas

Pensar de forma expansiva es central en el pensamiento lateral. Se trata de generar la mayor cantidad y variedad de ideas sin juzgarlas previamente. En una lluvia de ideas creativa, es válido pensar lo imposible, lo absurdo, lo disparatado. No hay malas ideas, pues lo que al principio parece descabellado puede abrir la puerta a nuevas conexiones.

Imaginemos que queremos reinventar los parques infantiles para hacerlos más divertidos. En una tormenta de ideas lateral, podríamos sugerir toboganes en forma de serpientes, columpios con asientos giratorios, resbaladillas con formas de caramelos de colores. Luego vendrá la selección, pero antes hay que dejar que la imaginación y la extravagancia fluyan sin restricciones.

Pensar expansivamente, sin filtros, siempre precede a las grandes ideas innovadoras. Dejando ir juicios y expandiendo opciones, potenciamos el pensamiento creativo.

5. Sé lúdico. Usa el azar, la imaginación

El uso del azar, el humor y la imaginación son claves en el pensamiento lateral. Debemos adoptar una actitud lúdica, permitirnos jugar con las ideas sin miedo al ridículo. El azar puede darnos nuevos enfoques: imagina lanzar dados con palabras aleatorias para recombinar conceptos de forma impredecible y ver qué surge. El humor distiende y nos saca de lo obvio, la risa abre la mente a nuevas conexiones. Y la imaginación, dar rienda suelta a lo imposible, es el corazón del pensamiento divergente.

Por ejemplo, imaginemos que queremos mejorar la experiencia en un museo. Un pensador lateral podría fantasear con obras cobrando vida, cuadros interactivos y hologramas de los artistas contando la historia de sus obras. Luego llegará la reflexión racional, pero ese brainstorming imaginativo y lúdico es el caldo de cultivo para la innovación. Atreverse a jugar, reír y dejar volar la imaginación nos lleva a soluciones frescas y audaces.

6. Equivócate. Los errores te acercan a la solución

Aceptar el error es fundamental en cualquier ámbito de la vida. En lugar de evitarlo, debemos verlo como una oportunidad. Los fracasos y equivocaciones nos obligan a replantear el problema y encontrar nuevos caminos. Son un trampolín hacia el pensamiento original. Por ello, un pensador lateral cultiva una mentalidad flexible que integra el error como parte del proceso creativo.

En lugar de frustrarse, lo utiliza para redefinir el enfoque. Por ejemplo, Thomas Edison probó miles de filamentos antes de encontrar uno apto para la bombilla. Cada fracaso le acercó a la solución. Igualmente, un cocinero lateral vería un plato malogrado como inspiración para nuevas recetas, o un escritor lateral encontraría en una historia descartada las semillas de otra nueva. Lejos de rendirse, surfea los errores hacia la innovación. Equivocarse nos saca de lo conocido y nos impulsa a soluciones alternativas.

7. ¡Persiste! No te rindas al primer obstáculo

Innovar requiere no rendirse al primer obstáculo, sino insistir una y otra vez hasta dar con la idea ganadora. Un pensador lateral está dispuesto a caer y volver a levantarse cuantas veces haga falta. Resiste la frustración y usa los bloqueos como incentivo para pensar diferente.

Por ejemplo, un diseñador lateral no cejaría tras prototipos fallidos, sino que los utilizaría para replantear el producto desde nuevos ángulos. Igualmente, un músico lateral no se daría por vencido si su canción no funciona: probaría cambiando la armonía, el tempo o la letra hasta conseguir que las piezas encajen de un modo innovador.

La creatividad exige combatir la tentación de abandonar. Superar cada aparente fracaso nos acerca al éxito. ¡Persistir es la clave para alcanzar las mejores ideas!

Técnicas para entrenar el pensamiento lateral o divergente

Además del cambio de actitud necesario para abrazar un estilo de pensamiento original y creativo, existen un buen número de técnicas consideradas eficaces para hacer crecer nuestra capacidad de pensar lateralmente. Practicando regularmente estas y otras técnicas podemos potenciar nuestra creatividad y afrontar desafíos desde nuevos ángulos.

Como verás a continuación, el pensamiento lateral es una caja de herramientas extremadamente valiosa:

Pensamiento por analogía

Utilizar la analogía para hacer conexiones imaginativas entre conceptos aparentemente inconexos. Por ejemplo, si estamos diseñando un nuevo envase, podríamos preguntarnos “¿Cómo resolvería este problema un arquitecto?” o “¿Cómo lo haría la naturaleza?”.

Esto nos puede dar ideas interesantes, como modelar el envase a modo de nido de pájaro o hacerlo plegable como las ramas de un árbol. Forzarse a buscar referentes muy lejanos al problema, incluso de campos totalmente diferentes, nos obliga a hacer conexiones disruptivas e imaginativas.

Inversión

Voltear una idea para abordarla desde el ángulo opuesto. Por ejemplo, en lugar de “¿Cómo hacer que un proceso sea más rápido?” preguntarnos “¿Cómo hacerlo más lento?”. Plantearse cambiar múltiples cualidades a su reverso: no solo velocidad, también forma, función, tamaño, color, etc. Jugar mentalmente a darle la vuelta a cada elemento.

Azar

Presentar estímulos aleatorios (como diccionarios o música al azar) para provocar nuevas asociaciones creativas. Utilizar gran variedad de estímulos aleatorios: textos, imágenes abstractas, sonidos, objetos inconexos, forzándonos así a buscar nuevas asociaciones y perspectivas.

Exageración

Llevar una idea al extremo para explorar posibilidades, como “¿Y si ese teléfono pudiera volar?”. Llevar cada cualidad al máximo extremo posible: tamaño, cantidad, duración, velocidad, etc. Romper paradigmas y límites físicos establecidos.

Matrices de descubrimiento

Combinar conceptos al azar y buscar relaciones útiles, como mezclar “zapatos” y “ruedas” para imaginar zapatos con ruedas. Es útil usar un mínimo de 5-6 conceptos que no tengan relación inicial y unirlos de todas las formas imaginables, incluso ilógicas, buscando nexos ocultos.

Lista de atributos

Hacer una lista con todas las cualidades y características de un objeto o idea, y luego modificar esos atributos o combinarlos de maneras novedosas. Exprimir al máximo el ejercicio, detallando incluso cualidades imperceptibles. Luego, modificar y recombinar libremente.

Preguntas provocativas

Cuestionar un problema con preguntas que desafíen los supuestos, como “¿Por qué tiene que ser de esta manera?”, “¿Qué tal si hiciéramos lo contrario?”. Cuestionar cada supuesto básico del problema una y otra vez nos llevará a cambios de perspectiva radicales.

Perspectiva divergente

Analizar la situación desde el punto de vista de otro perfil, como un niño, un extranjero o la competencia. Sumergirse profundamente en múltiples perspectivas, incluso opuestas a la propia ayuda a pensar y sentir como ese perfil.

Visualización creativa

Imaginar vívidamente la solución deseada y dejar fluir las ideas, sin juzgarlas. Imaginar la idea multidimensionalmente, enriqueciendo todos sus detalles. Dejar que crezca sin restricciones mentales.

Sincronización aleatoria

Decir o anotar palabras al azar y buscar conexiones creativas entre ellas. Combinar palabras y conceptos totalmente al azar. Liberar asociaciones sin ningún filtro lógico o crítico.

Metáforas personificadas

Dar vida a los objetos inanimados y preguntarse “¿qué haría este objeto si pudiera hablar o moverse?”. Inventar historias detalladas sobre ese objeto/idea personificado, dando rienda suelta a la imaginación sobre sus acciones y motivaciones.

Cambio de contexto

Trasladar el problema a otro ámbito totalmente diferente para abrir otras vías, como pensar la logística de un restaurante para mejorar la atención en un hospital. Insertar el problema en ámbitos radicalmente distintos, incluso irracionales obliga a adoptar una mirada nueva.

Como ves, el pensamiento lateral es una caja de herramientas indispensable para toda mente creativa. Aplicando técnicas como las descritas podemos destrabar nuestra mente y generar ideas frescas e innovadoras.

Cultivar la flexibilidad mental, evitar los juicios prematuros, fomentar la imaginación, aceptar el error y persistir ante la frustración, son por otra parte actitudes que debemos entrenar para desarrollar todo nuestro potencial creativo.

El pensamiento divergente nos permite conectar puntos aparentemente inconexos y abordar desafíos desde nuevos ángulos, ampliando el abanico de soluciones.

Ya seas un profesional, estudiante o artista, incorporar el pensamiento lateral a tu rutina mental será un paso transformador. Notarás cómo tus bloqueos se disuelven, tus ideas fluyen y tu innovación se dispara. ¡Atrévete a pensar diferente! Es hora de salir de la caja y explorar nuevos horizontes creativos.

6 comentarios en “Pensamiento lateral o divergente: 7 claves infalibles para potenciar tu creatividad”

  1. Este artículo me hace saber que voy por buen camino cuando tengo muchas ideas locas y las escucho, solo tengo que aprender las técnica para escoger la correcta. Muchas gracias

    1. Me alegra que el artículo haya sido útil para ti. Escuchar y explorar tus ideas locas es una parte importante del pensamiento divergente, y aprender técnicas para seleccionarlas puede ayudarte a llevarlas a la acción. ¡Sigue adelante con tus ideas creativas!

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