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5 pasos para mejorar tu autoestima

Mejorar la autoestima
Psicopedia

La autoestima no es más que la opinión que tenemos sobre nosotros mismos, es decir, el juicio que cada persona hace sobre su propia valía. Al evaluarla entran en consideración aspectos como los sentimientos, las emociones, las sensaciones, los logros obtenidos y el grado de conformismo sobre los quehaceres diarios.

A pesar de que los seres humanos vivimos en sociedad y estamos directamente influidos por todo lo que nos sucede con nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo y el resto de personas que nos rodean, cuando hablamos de autoestima no importa tanto lo que tenemos y los círculos en los que nos movemos, sino nuestra propia aceptación personal.

La autoestima evoluciona a medida que vivimos nuevas experiencias. El yo que vamos construyendo se va creando constantemente con vivencias y actitudes frente a esos episodios. Por esto mismo, el grado de autoconfianza no es homogéneo durante toda la vida. Hoy incidimos en recomendaciones para la mejora de la autoestima, y lo hacemos de la mano de Psicoayuda.com, que es un referente como psicólogo en Valencia.

Identifica tus fortalezas y debilidades para mejorar tu autoestima

Todos los seres humanos tenemos cualidades y atributos que vamos desarrollando a partir de nuestra propia subsistencia. Algunas de ellas son de carácter innato y otras se van reforzando con el tiempo.

En este sentido, una de las ideas sobre la que debemos actuar para reforzar la autoestima es poner el foco en las fortalezas y las debilidades. Una vez las detectamos, hay que centrarse en los puntos fuertes y ver la vida con optimismo, tratando de dejar a un lado esos aspectos que nos hacen más vulnerables.

Hay ejercicios muy útiles para descubrir cuáles son las fortalezas, como por ejemplo pensar en los logros personales. A su vez, los pensamientos negativos, que siempre se traducen en debilidades, pueden convertirse en respuestas racionales a través de un buen trabajo de análisis e introspección. En ocasiones, la solución a esta búsqueda pasa por acudir a un especialista, a un terapeuta.

Aprende a reconocer y superar tus pensamientos negativos

Esta idea entronca muy bien con las debilidades. Las personas con la autoestima baja se ven imbuidas en pensamientos negativos. Su propia voz interior critica, castiga y boicotea sus logros personales, llegando incluso a perder el respeto propio..

No es fácil salir de esta dinámica, pero la idea a seguir es detectar cuáles son esos pensamientos negativos que afloran. A partir de ahí, cuestionar si verdaderamente son objetivos y rigurosos. Solo así podremos cambiarlos por otros más realistas.

Es importante identificar las situaciones en las que ocurren estos fenómenos y cómo están dirigiendo los comportamientos personales. Todo esto ayuda a entender mejor las emociones y reconocer cuáles son las que causan mayor grado de malestar.

Establece límites saludables en tus relaciones interpersonales

Otro punto importante es el de las relaciones con nuestro entorno. Los humanos, como seres sociales, dependemos del resto de la comunidad para subsistir. Es estrictamente imposible vivir sin el apoyo, el cariño o la cercanía de algunos seres queridos.

No obstante, las relaciones interpersonales son otro campo de batalla que afecta a la confianza y nuestro propio juicio interno. Si nos rodeamos de personas que no nos valoran, no sienten empatía, que no muestran un respecto y un cariño sincero y a los que solo importamos por su propia conveniencia, esto acaba minando la autoestima.

Una buena fórmula de superar estas experiencias es poner límites a esos encuentros. Hacer ver a esas otras personas que tu opinión también cuenta, que no hay que superar ciertas barreras y que cada persona es libre de entregar su dedicación a otras hasta ciertos márgenes.

Cuida de ti mismo: tus gustos y necesidades

Nuevamente, el consejo anterior liga muy bien con el actual. Poner límites a las relaciones interpersonales está directamente vinculado con adquirir cierto protagonismo, con sentirse una persona con motivación suficiente para tomar sus propias decisiones.

Al igual que hay que poner el foco en los puntos fuertes, también hay que hacerlo en aquellas acciones que nos hacen sentir bien. No es buena idea dejar de lado los gustos personales y las aficiones propias para encajar dentro de un grupo.

Es vital continuar con experiencias que nos hacen sentir bien, como son las aficiones. Si leyendo pasamos un buen rato, jugando a la ajedrez o escuchando reggaeton, ¿por qué vamos a ocultarlo para formar parte de un colectivo que no nos deja ser como realmente deseamos?

Aprende a aceptarte y a trabajar en el amor propio

Todos los puntos anteriores se pueden resumir en la recomendación final. La autoestima es el grado de apreciación o consideración sobre uno mismo. Es el cómo nos vemos interiormente. Hay que aprender a quererse a uno mismo y hacer ver a los demás que somos tan válidos como cualquier otra persona.

Esto implica dejar a un lado los complejos y comprender que no todo el mundo puede encajar dentro de unos patrones físicos o de comportamiento concretos. Para trabajar el amor propio es esencial comprender que la sociedad impone algunos estándares, luego habrá que detectarlos y tratar de superarlos.

Con estas premisas, ya habremos andado buena parte del camino de la autoaceptación. Y al lograrlo, con una buena autoestima, estamos mucho más cerca de sentimientos y emociones positivas.

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