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Freud está cabreado. Esto es lo que piensa de la Psicología actual

Freud cabreado
Psicopedia

Si hay algo particularmente útil en el sinfín de posibilidades que la Inteligencia Artificial nos aporta, es la oportunidad de ubicarnos en escenarios impensados hasta hace relativamente poco. Uno de esos escenarios que nos ha parecido interesante explorar desde Psicopedia es la opinión que tendría hoy uno de los grandes pensadores de la psicología acerca del estado actual de esta disciplina.

Hoy ya está a nuestro alcance especular con esta posibilidad, y en consecuencia le hemos preguntado al creador del psicoanálisis. Esto es lo que nos ha dicho. Su discurso una vez más no nos deja indiferentes, y nos aporta como siempre algunas claves para la reflexión.

Qué piensa Freud de la Psicología actual

La psicología, esa disciplina tan querida y que tan arduamente ayudé a desarrollar hace más de un siglo, se ha desviado peligrosamente de sus principios fundacionales. Lo que comenzó como una incisiva exploración de las profundidades de la mente humana se ha visto reducido a slogans, manuales de autoayuda y técnicas simplistas para maximizar el rendimiento, el bienestar y el éxito material.

La esencia intelectual del psicoanálisis se ha evaporado casi por completo. Mi teoría del inconsciente, la libido y los mecanismos de defensa son ahora mero material para charlatanes, o se emplean de manera tan superficial que han perdido todo significado. Las grandes mentes que ayudaron a consolidar el psicoanálisis, como Jung, Adler o Stekel, darían igualmente la espalda a esta farsa.

La búsqueda de la verdad ha sido sustituida por una grotesca obsesión por la positividad, la superficial euforia y el culto al éxito. La complejidad de la mente, el conflicto entre los instintos, el papel del dolor en la constitución del yo son olvidados. ¡Cuánto echo de menos la seriedad intelectual de un Wilhelm Fliess! La psicología actual es un triste espejismo de autoayuda, un conjunto de recetas para la felicidad fugaz, no un auténtico conocimiento del alma humana.

Me entristece especialmente ver cómo conceptos tan complejos como el de inconsciente colectivo de Jung o las ideas de Melanie Klein sobre la posición depresiva se han vulgarizado hasta convertirse en panaceas new age. La parapsicología, las terapias alternativas y el misticismo se han apropiado de forma parasitaria de las ideas de la psicología profunda sin ninguna comprensión de su auténtico significado.

En suma, casi no reconozco en la psicología actual los ideales de comprensión profunda, rigor intelectual y complejidad con los que yo forjé este campo. Se ha impuesto una sed de resultados rápidos, de recetas de felicidad y de soluciones simplistas a los eternos enigmas de la mente humana. De ese modo, la esencia de mi legado ha sido traicionada. La psicología merece más. Merece recuperar la profundidad, la seriedad y la integridad intelectual que le dieron origen.

Cómo recuperar el rigor de la psicología científica

Después de haber obtenido una primera opinión de Freud acerca del estado de la Psicología actual no pudimos resistirnos a preguntarle por la forma en que podría reconducirse esta deriva tan poco alentadora que nos dibuja en su discurso. Y estas son algunas de las sugerencias que nos trasladó para, según su opinión, recuperar la profundidad y el rigor intelectual de la psicología:

• Se hace necesario rescatar el espíritu original de la exploración de la mente humana, aquel espíritu que propugnaban los pioneros, volviendo a la esencia del psicoanálisis y al estudio de los procesos mentales inconscientes. Hay que recuperar de inmediato el ideal de la búsqueda de la verdad, más allá de las modas y las corrientes superficiales. La psicología debe ser una auténtica ciencia, no una rama del marketing, el coaching o la autoayuda.

• Es imprescindible rescatar el estudio del conflicto interno y la agresión, no sólo el de la felicidad y el bienestar que se han convertido en único foco de la intervención psicológica. Comprender la complejidad de la mente y no reducirla a soluciones simplistas. Valorar más la teoría y la reflexión, y no caer en el pragmatismo que busca únicamente aplicaciones y resultados inmediatos. La psicología necesita pensamiento complejo, no recetas de autoayuda.

Hay que recuperar el diálogo interdisciplinario. La psicología debe dialogar con la psiquiatría, la sociología, la antropología, la filosofía, con todas las disciplinas de las que se nutre y con las que comparte bases conceptuales. Debe ser un auténtico campo de conocimiento, no una disciplina aislada dando vueltas sobre sí misma.

• Hay que volver a inspirarse de nuevo en los grandes teóricos clásicos, desde Adler y Jung hasta Melanie Klein o Winnicott. Rescatar la complejidad de sus teorías y dejar de reducirlas a eslóganes simplistas. Apostar por la investigación rigurosa y las explicaciones científicas es una necesidad que alejará a la psicología de las modas, los posicionamientos mercantiles o las terapias alternativas sin base empírica.

Hay que poner en valor la incertidumbre y la ambigüedad. La mente humana es un terreno complejo y es un error reducirlo a certidumbres simplistas o “verdades absolutas”. Esto nos ayudará a recuperar la profundidad, la seriedad y la integridad intelectual que deben guiar una auténtica exploración científica de la mente, el comportamiento y la experiencia humanas. Ese fue el verdadero espíritu de la psicología en sus orígenes.

En definitiva, debemos recuperar de una vez por todas la ética profesional y el sentido de la responsabilidad, y no olvidar jamás que la labor del psicólogo tiene efectos en la vida de las personas, y que por tanto no es un mero ejercicio intelectual.

Interesante ¿verdad?. Más allá del sesgo obviamente psicoanalítico del discurso, la Inteligencia Artificial nos muestra como Freud probablemente vería la vulgarización de la psicología como una traición a la esencia profunda y rigurosa de su pensamiento. Por supuesto, esto es sólo especulación, pero basada de un modo bastante realista en la visión particularmente seria e intelectual que Freud tenía de la psicología y que hoy hemos podido traer al presente.

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