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Kinhin, el valor de meditar andando

Kinhin, meditar caminando
María Laura Iuzzolino

La meditación es una técnica de relajación que se considera surgió hace más de 5.000 años en India. La razón por la que hasta hoy en día se sigue practicando radica en los múltiples beneficios que a nivel tanto emocional como físico pueden obtenerse de ella.

En este artículo, nos centraremos en el Kinhin, una técnica de meditación que es utilizada como complemento de las prácticas más tradicionales. Sigue leyendo si quieres conocer más acerca de esta modalidad para meditar y cómo aplicarla.

¿A qué se conoce como kinhin?

Seguramente sepas qué es la meditación, lo que implica y sus acepciones. Sin embargo, como la mayoría de nosotros, es probable que estés familiarizado con la tradicional idea de meditación, en estado de quietud, con los ojos cerrados, sentado y en silencio. Aunque saliéndonos un poco de la idea común vinculada a esta práctica que tienes, la meditación no necesariamente implica toda esta abismal tranquilidad, y prácticas como el Kinhin vienen a demostrarlo.

Lo que se conoce como Kinhin o Kin-Hin es una práctica zen, una forma de meditación que se realiza al caminar. Al contrario de las clásicas formas que consisten en colocarnos en contacto con una superficie y permanecer inmóviles (sentados o acostados) en este caso quien medita estará en movimiento. Es común que el Kinhin sea un complemento a la meditación tradicional, como un mayor esfuerzo por conectar con nuestro cuerpo mientras está en movimiento.

Hay que tener en cuenta que, aunque el Kinhin implique la realización de caminatas, no por ello es caminar así como uno haría en la vida cotidiana. Para poder meditar de esta forma, es necesario seguir una serie de parámetros. Revisaremos brevemente algunos de ellos.

Para realizar esta meditación andante, es necesario saber con cuántos minutos de meditación en posición de flor de loto (tradicional) debe complementarse cada caminata. Se acuerda entre los maestros zen que, cada 50 minutos de meditación en su forma más típica, deberán realizarse 10 minutos de meditación caminada en caso de desear complementarla.

Sigamos, ahora que ya sabes qué implica esta forma de meditar, adentrándonos en el Kinhin, su tradición e implicaciones.

Orígenes de la práctica

La práctica de la meditación caminada, siguiendo escrituras budistas, se remonta a Japón. Seguiría la costumbre de Buda quien, luego de meditar sentado, solía caminar por el bosque lentamente, sin dejar la meditación por más que estuviese moviéndose. Así, surgió la idea de que el andar uniría la quietud de la meditación con el movimiento del mundo en general.

La palabra Kinhin está compuesta por dos vocablos: kanji que en japonés significa “atravesar el telar con hilo” y hin cuyo significado es “caminar”. Así, el sentido completo de la palabra sería el de “caminar las enseñanzas”, enseñanzas representadas por el hilo que atraviesa y se inscribe en el telar que perfora.

Beneficios del Kinhin

Para practicar Kinhin, como has visto, se necesita de primero realizar 50 minutos de meditación sentada para luego iniciar con 10 minutos de caminata. La hora en que estés meditando (el total entre la práctica sentado tradicional y el Kinhin) requerirá que sostengas un estado contemplativo. Esto implica que no evites ni rechaces aquellos pensamientos que llega a tu mente, pero sí que tengas la capacidad de minimizarlos y centrarte en el presente.

Como en toda meditación, este manejo de los pensamientos que llegan a tu conciencia y la posibilidad de desviar tu atención de ellos te beneficiará en muchos aspectos. Esta clase de prácticas se recomienda entre quienes sufren ansiedad, ya que las personas en cierta forma aprender a ejercer dominio sobre sus ideas, en lugar de dejarse dominar por ellas. También, te ayudará a lidiar con cuadros de estrés, alivianando tus preocupaciones y centrándote en el presente.

Estas prácticas permiten poner en marcha procesos cognitivos, como la capacidad de atención y la memoria, mientras que mejoran la posibilidad de relajación. Este conjunto de factores hace posible que estados de tensión puedan alivianarse, encontrando las personas calma y plenitud.

Además de los beneficios de la meditación en general, al Kinhin se le suman otras cualidades propias de la meditación caminada. Tales como el mantenimiento de un buen tono muscular, la oxigenación del cerebro y conexión con los movimientos corporales. Quienes practican esta técnica además de meditar tradicionalmente afirman que el extra que aporta la caminata a sus sesiones de meditación les permite alcanzar un más alto estado de relajación.

¿Quiénes pueden practicar Kinhin?

El Kinhin es en realidad una práctica que todos pueden hacer. No hay límites de edad, ni es necesario contar ya con experiencia previa meditando. Simplemente se necesita tener con la voluntad para dejar tu mente en libertad, concentrarte en el presente y entregar todo tu ser a la meditación.

Aunque nunca hayas meditado, puedes comenzar a practicar la meditación tradicional junto con Kinhin cuando gustes, solo hace falta que estés decidido a hacerlo.

Practica Kinhin para vaciar tu mente

Esperamos que este artículo te haya permitido comprender qué es el Kinhin, sus orígenes y, sobre todo, los beneficios de la meditación. Esta práctica viene a demostrarnos que hay diferentes formas en las que meditar es posible, que la meditación tradicional puede ser complementada y que esta trae grandes ventajas.

Meditar una vez por semana durante los 60 minutos que te hemos propuesto (cada 50 de meditación tradicional en posición de flor de loto, 10 de Kinhin) hará posible que beneficies tu mente, tanto cognitiva como emocionalmente.

Anímate a liberarte de los pensamientos invasivos y a ganar mayor dominio sobre tus ideas a través de las prácticas de meditación. Mantén tu cuerpo y mente fuertes meditando y alternando con Kinhin. No te arrepentirás.

Referencias bibliográficas

  • Cysarz, D., & Büssing, A. (2005). Cardiorespiratory synchronization during Zen meditation. European journal of applied physiology, 95(1), 88-95.
  • Hoshiyama, M., & Hoshiyama, A. (2015, September). Heart rate variability associated with walking Zen meditation Kinhin: Towards ‘contemplatio actione’. In 2015 Computing in Cardiology Conference (CinC) (pp. 789-792). IEEE.
  • Martínková, Irena, and Jim Parry. “Zen, movement and sports: Focusing on the quality of experiencing.” Theology, Ethics and Transcendence in Sports. Routledge, 2011. 223-234.

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