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Gratitud, un recurso emocional inestimable

Gratitud. Recurso emocional
María Laura Iuzzolino

La gratitud es un sentimiento socialmente valorado. Las personas agradecidas parecen “vivir mejor” que aquellas que se encuentran centradas en sus problemas, avasalladas por ellos. Esta cuestión tiene una explicación, la gratitud es un recurso emocional que te permitirá encarar tu vida de otro modo, prestando atención a lo bueno en ella por sobre los problemas que acontecen.

En este artículo hablaremos acerca de la gratitud, qué es, por qué es un excelente recurso emocional y cómo implementarla en tu vida diaria. Si quieres saber cómo vivir mejor aprendiendo de los beneficios de la gratitud, entonces sigue leyendo.

Qué es la Gratitud

La gratitud es un sentimiento. Se trata de un sentimiento de valoración y estima por un bien recibido (material o intangible). La gratitud implica correspondencia, implica sentir agradecimiento hacia alguien que ha hecho algo por nosotros, y los beneficios de saber agradecer y valorar aquello que los demás hacen por nosotros o agradecer aquello bueno que sucede en nuestras vidas es sumamente importante.

La gratitud es un valor social. Nos sentimos agradecidos hacia alguien, por lo que es una propiedad de los seres humanos vinculada a las relaciones sociales que entablamos con los demás. En el sentimiento de gratitud se ponen en manifiesto valores sociales tales como la fidelidad, la amistad, la lealtad o la reciprocidad.

La gratitud implica correspondencia. Por lo general, cuando alguien hace algo preciado por nosotros nos sentimos en deuda con ellos, pero de eso no se trata ser agradecidos, sino que va más allá. A continuación abordaremos el sentimiento de gratitud y su importancia como recurso emocional, para la psicología individual y social.

Características de las personas agradecidas

La gratitud es un sentimiento socialmente valorado, como ya mencionamos, y es esto es así ya que por ella es que las relaciones humanas pueden sostenerse. Sostenemos un vínculo a partir del reconocimiento del otro, de aquello en lo que la otra persona nos impulsa y complemente y, sobre todo, en la necesidad de estar con los demás presentes de la manera en que ellos lo están con nosotros.

Mencionamos a continuación las principales características de las personas agradecidas, qué los destaca y cómo se comportan:

  • Son personas justas. La gente agradecida trata a los demás a la manera en que evalúan correspondiente. Esto no implica que traten sumamente bien a quien hizo algo por ellos y mal a quien no, sin embargo, saben determinar quiénes merecen prioridad.
  • No dan las gracias para esperar algo a cambio. La gratitud implica reciprocidad, y la gente agradecida no lo es con vistas a obtener algún beneficio por ello. Las personas agradecidas lo son de manera espontánea, sin estar necesariamente pendientes del beneficio que obtendrán al agradecer a alguien.
  • Son agradecidos con todos, sin hacer excepciones. Esta característica viene de la mano de la anterior. Normalmente, cuando agradecemos con algún motivo por detrás de ello, lo hacemos solo con aquellas personas de las que creemos obtendremos algo a cambio. En cambio, alguien genuinamente agradecido lo es sin importar respecto a quién.

¿Por qué ser agradecido es importante?

Ser agradecido es un excelente recurso emocional. Te preguntarás por qué. Pue bien, contemplar aquello que los demás hacen por nosotros y lo bueno que nos sucede nos permitirá ver “el lado bueno de las cosas”, poner en valor lo que somos y lo que tenemos y, en consecuencia, prestar menos atención a lo que nos falta.

Estos son algunos de los principales motivos por los cuales ser agradecido es un excelente recurso emocional:

  • Serás consciente de lo que tienes. Muchas veces, en nuestra rutina, nos enredamos en problemas que si evaluáramos objetivamente notaríamos que no son tan graves como parecen. Ser agradecido se trata de ello, detenerse a contemplar lo que tenemos y por qué vale la pena agradecer por ello.
  • Focalizarse en lo bueno. Cuando algo malo nos sucede, parece como si nuestra vida se tratara exclusivamente de ello. Sin embargo, el ser agradecido te permitirá contemplar todo lo bueno entre lo malo. Y, por lo tanto, podrás sortear de otra forma los problemas que se te presenten.
  • Se trata de práctica. La reflexión en momentos de tristeza te ayudará a reforzar tu gratitud. Practica, cuando todo parece estar mal, en focalizarte en lo que realmente vale la pena y te reconforta, las cosas buenas que te suceden. Así, tendrás la capacidad de afrontar lo que te sucede de otra forma y vivirás mejor.
  • Fundamentalmente: entenderás que no eres el centro del mundo. Vivimos rodeados de gente y, a las otras personas también les suceden cosas, buenas y malas en ocasiones. Si solo nos focalizamos en nuestra individualidad, será muy difícil lograr empatizar con el resto. Ser agradecidos implica mirar más allá de ti mismo, ver alrededor y contemplar el estado de las cosas, mostrando gratitud hacia aquello (o aquellos) que te hacen bien.

Seguramente tú admires a la gente agradecida por como son, cómo se muestran hacia los demás. Es posible que tú también practiques tu capacidad de agradecimiento y así, te aseguramos, ganarás grandes beneficios en tu vida personal.

Aprende a impulsar tu gratitud

Como decíamos, la gratitud es un sentimiento que conlleva increíbles beneficios personales. Practicarla te permitirá enfrentar de otra manera las problemáticas que afectan tu vida diaria y te dará la posibilidad de vivir mejor contigo mismo y con el resto. Principalmente, te dará estrategias para afrontar problemas y permitirá ganar inteligencia emocional.

Está en ti mismo practicar la gratitud en tu día a día, para ver florecer sus beneficios principales. Empieza por contemplar lo bueno de tu vida, aquello que disfrutas y te trae regocijo. Así podrás vivir mejor. ¡No esperes más! Comienza por agradecer hoy mismo por aquello que te hace bien.

Recursos bibliográficos

  • Alarcón, R., & Morales de Isasi, C. (2012). Relaciones entre gratitud y variables de personalidad. Acta de investigación psicológica, 2(2), 699-712.
  • Emmons, R. A., & McCullough, M. E. (Eds.). (2004). The psychology of gratitude. Oxford University Press.
  • Emmons, R. A., & Shelton, C. M. (2002). Gratitude and the science of positive psychology. Handbook of positive psychology, 18, 459-471.
  • Watkins, P. C. (2013). Gratitude and the good life: Toward a psychology of appreciation. Springer Science & Business Media.

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