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El estigma que rodea a los hijos únicos ha persistido a lo largo del tiempo, pero ¿qué hace único a un hijo único? Según la investigación, se teoriza que los hijos únicos reciben más atención y expectativas centradas de sus padres y familiares, así como una mayor cantidad de recursos financieros y sociales en ausencia de hermanos.
Además, se postula que la ausencia de una relación de hermanos, o “privación de hermanos”, puede afectar la personalidad, ya que los hijos únicos podrían perder experiencias de socialización importantes para su desarrollo personal.
Estos factores sugieren que los hijos únicos podrían ser más consentidos, centrados en sí mismos, carecer de habilidades sociales y luchar con la ansiedad. Sin embargo, también se sugiere que podrían ser más maduros, debido a socializar con adultos en lugar de otros niños, tener un mejor desempeño académico y participar en juegos más imaginativos debido a la falta de hermanos.
Veamos a continuación que nos aporta la ciencia al respecto de la psicología del hijo único.
Mitos y Realidades Sobre el Hijo Único
A lo largo de los años, persisten creencias negativas sobre los hijos únicos, como que son egocéntricos, desagradables, solitarios y mal adaptados. Sin embargo, la investigación ha revelado que estos estereotipos no se ajustan a la realidad. De hecho, revisiones y metaanálisis realizados en la década de 1980 encontraron pocas diferencias entre las personas con y sin hermanos.
Contrariamente a las expectativas, cuando se encontraron diferencias, se observó que los hijos únicos exhibían una autoestima más alta, mejores relaciones padres-hijos y una mayor motivación para el logro. Además, estudios recientes han encontrado que los hijos únicos eran más narcisistas que los participantes con hermanos.
Estos resultados plantean la preocupación de que los hallazgos anteriores puedan haber sufrido errores de diseño en las investigaciones, y que las diferencias podrían ser tan pequeñas que apenas sean detectables sin muestras grandes.
Investigación Actualizada
Dado el persistente estigma y la creciente prevalencia de familias con un solo hijo, se ha llevado a cabo una reexaminación robusta de la asociación entre la personalidad y los hijos únicos. En un reciente estudio publicado en 2019 por la Universidad de Auckland, utilizando una muestra nacional de adultos neozelandeses, se examinaron las diferencias en la personalidad entre adultos con y sin hermanos.
A pesar de las creencias negativas sobre los hijos únicos, se hipotetiza que habrá, como máximo, solo diferencias de personalidad muy pequeñas entre aquellos con y sin hermanos.
En general, aunque pocos estudios se han centrado exclusivamente en las características de los hijos únicos, las investigaciones han mostrado evidencia de pequeñas ventajas en el logro y la satisfacción. La mayoría de los estudios se centran en adultos y comparan a la mayoría que creció con hermanos con la minoría que creció sin ellos.
Estos estudios no muestran que los hijos únicos estén en desventaja. De hecho, indican lo contrario, mostrando que los hijos únicos son ligeramente más exitosos socialmente, tienen trabajos más prestigiosos y se casan con parejas más educadas. Además, parecen disfrutar más de la vida y ser más autónomos.
Los estudios realizados con niños y jóvenes también respaldan estos hallazgos, mostrando que los hijos únicos parecen ser más brillantes, obtienen puntuaciones ligeramente más altas en pruebas de inteligencia y se desempeñan mejor en la escuela. Aunque pueden ser más cultos y maduros, no parecen diferir de los niños con hermanos en variables como calma, impulsividad, autoconciencia, impulso, vigor o liderazgo.
Sin embargo, estos resultados no descartan la posibilidad de que crecer como hijo único pudiera llegar a convertirse en una desventaja significativa, ya que podrían sentirse infelices e inseguros en determinadas circunstancias.
Qué Concluye la Ciencia acerca del Hijo Único
Las investigaciones más recientes nos ofrecen una perspectiva clarificadora, y es que el ser hijo único no acarrea necesariamente una probabilidad mayor de vivir una etapa juvenil marcada por la infelicidad. Acorde a lo observado, los individuos sin hermanos suelen experimentar niveles de felicidad y aceptación similares a aquellos que crecen acompañados de hermanos.
A pesar de ello, cabe reconocer que pueden existir circunstancias puntuales, tales como enfrentarse a la situación de padres sin empleo, en donde los hijos únicos podrían tener ciertas desventajas comparativas. Sin embargo y aun ante estas consideraciones especiales, los datos acumulados hasta la fecha nos invitan a concluir que en los aspectos fundamentales de bienestar emocional y autoaceptación, los hijos únicos no muestran diferencias significativas en comparación con los niños y jóvenes que tienen hermanos.
Preguntas Frecuentes
1. ¿Los hijos únicos son más propensos a ser egocéntricos y mal adaptados?
No necesariamente. Aunque persisten creencias negativas sobre los hijos únicos, la investigación ha encontrado que no hay diferencias significativas en la adaptación social y emocional entre los hijos únicos y aquellos con hermanos.
2. ¿Los hijos únicos tienen un rendimiento académico inferior?
No, de hecho, los estudios han demostrado que los hijos únicos tienden a obtener puntuaciones ligeramente más altas en pruebas de inteligencia y se desempeñan bien en la escuela en comparación con los niños con hermanos.
3. ¿Los hijos únicos son más propensos a tener problemas de relación?
No hay evidencia concluyente que respalde esta afirmación. Los estudios han encontrado que los hijos únicos no difieren significativamente de aquellos con hermanos en términos de relaciones interpersonales y ajuste social.
4. ¿Los hijos únicos son más propensos a ser exitosos en la vida adulta?
La investigación sugiere que los hijos únicos no están en desventaja en términos de éxito social y laboral. De hecho, parecen ser ligeramente más exitosos socialmente y tener trabajos más prestigiosos.
5. ¿Los hijos únicos son más propensos a sentirse solos?
Aunque se ha especulado sobre la soledad de los hijos únicos, los estudios no respaldan esta afirmación. No hay evidencia sólida que sugiera que los hijos únicos sean más propensos a sentirse solos en comparación con aquellos con hermanos.
En resumen, a pesar de los estereotipos negativos que rodean a los hijos únicos, la investigación sugiere que no hay diferencias significativas en la personalidad y el bienestar entre los hijos únicos y aquellos con hermanos. Los hijos únicos no parecen estar en desventaja y, de hecho, pueden tener ciertas ventajas en términos de logro y satisfacción personal.
Referencias
- Stronge, S., Shaver, J., Bulbulia, J., & Sibley, C. G. (2019). Hijos únicos en el siglo XXI: Las diferencias de personalidad entre adultos con y sin hermanos son muy, muy pequeñas. School of Psychology, University of Auckland. Recuperado de www.psych.auckland.ac.nz/uoa/NZAVS.
- Veenhoven, R., & Verkuyten, M. (1989). El bienestar de los hijos únicos. Adolescence, 38(149), 9,949. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/20427201