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Equipos de Alto Rendimiento (EAR) y motivación

Equipos de Alto Rendimiento (EAR)
Jose Luis Villalobos

Creo que tener un equipo de alto rendimiento es tan importante en una empresa u organización cómo el producto o servicio que se ofrece. Es más, el producto o servicio es fruto de la acción conjunta de un equipo que conoce su trabajo, cada uno participa en la tarea correspondiente, satisfaciendo las necesidades de los clientes que demandan su producto.

Para una mejor comprensión de mi perspectiva, voy a establecer una relación entre lo que es un equipo de alto rendimiento con una experiencia deportiva.

El basketball es parte de mi vida. Es el deporte que más me apasiona, el que más sigo a través de la TV, y se convirtió en algún momento en la actividad que descubrí que era bueno. Y ese ser bueno trajo consigo confianza y seguridad, así como la oportunidad de pertenecer a un equipo, y con ello generar relaciones interpersonales, la aceptación de muchos, en el fondo la alegría de encontrar un lugar.

Se trata de un deporte colectivo, el trabajo en equipo es fundamental, así como la intención de alcanzar una meta común, de confiar en las capacidades de mis compañeros, valorar la diversidad de capacidades, los códigos de conducta y la relación de amistad fruto del tiempo y las experiencias en común.

Esta experiencia particular me conduce a reflexionar en la importancia de la formación de equipos de alto rendimiento. Pues el resultado esperado en las organizaciones, no reside en la actividad aislada de una persona, sino en la acción sinérgica y coordinada de diversas personas.

La formación de un equipo de alto rendimiento implica una serie de factores que son capaces de identificar de forma que se aproxime al rendimiento que esperamos de un equipo de trabajo.

Los equipos de alto rendimiento están expuestos a una serie de exigencias con resultados extraordinarios, presión del tiempo, las expectativas del jefe, enemigos, riesgos, incertidumbre, presión social.

Son condiciones en las que su trabajo se hace más exigente, pero también en el que se prueba la capacidad y efectividad de los miembros para poner sus conocimientos y habilidades al máximo en la resolución de problemas o aplicación de nuevas estrategias para el beneficio del grupo u organización.

Se trata de equipos humanos, que han desarrollado una especialización en la solución de ciertos tipos de problemas, unidos por un objetivo común, usualmente exigente y desafiante, que implica dar uso de sus conocimientos y habilidades considerando el máximo de su atención y compromiso, para hacer realidad una promesa.

Características de los Equipos de Alto Rendimiento

Entre las características más relevantes de los Equipos de Alto Rendimiento podríamos definir:

Tienen metas específicas

Los equipos de alto rendimiento conocen cuáles son las expectativas de su trabajo, y están dispuestos al 100% en cumplirlas.

Cuentan con diversos perfiles de personas

El equipo de trabajo debe gozar de miembros con distintos perfiles, que tengan una visión propia para luego encajarla en el planteamiento grupal.

La diversidad de los equipos de trabajo y la interdisciplinariedad trae grandes beneficios, sin embargo, la flexibilidad y la capacidad para ceder de los miembros debe gozar del equilibrio suficiente para establecer visiones comunes o que se aproximen lo más posible a la perspectiva que mejor convenga en cada situación específica. El equipo de trabajo debe ser capaz de plantear y decidir estrategias.

Definen con claridad sus roles

Aunque el trabajo se desarrolle en equipo, cada miembro debe cumplir con un rol determinado, y con unas tareas específicas que estarán acotadas de antemano. Ello evitará confusión de roles, o roces innecesarios dentro de la organización.

Aunque los roles estén bien definidos, la apertura para opinar y escuchar sugerencias, admitir errores en el rol asumido, felicitar actitudes de otros, o alegrar por los logros obtenidos son propios de un líder con una inteligencia emocional madura, capaz de dar valor necesario a los diversos aspectos de la realidad en vistas a los objetivos comunes de la organización.

Cuentan con un líder

El líder será aquella persona que actúe como guía o jefe del proyecto. Su conducta y sus palabras lograrán incentivar a los miembros del equipo para que trabajen en conjunto bajo la regla común.

Este líder debe ser alguien en quien los miembros del equipo confían, abierto al diálogo y al intercambio de perspectiva, alguien que ha probado su capacidad en la materia y que sepa coordinar los roles de sus subordinados.

De modo que la palabra incentivar, se queda corta, pues no es solo dar aliento, o pedir el mayor esfuerzo de su equipo, sino saber suscitar su mayor rendimiento, así como servir a los mismos, pues al final resulta ser de quien depende el éxito de la operación.

Tienen capacidad para proponer y decidir

Es importante que los equipos sientan que tienen cierta autonomía a la hora de tomar decisiones sobre su trabajo. Si bien el objetivo viene marcado por los objetivos de la empresa, es cierto también que, si se sienten maniatados o dependientes de otro totalmente, su desempeño disminuirá porque no van a poder avanzar según sus expectativas.

Se reconoce su esfuerzo

Cuando las metas se cumplen, y las metas se alcanzan, los miembros del equipo de ese resultado deben ser recompensados tanto de forma grupal como individual. Ello favorecerá que trabajen más contentos y de forma más eficiente.

Motivación y alto rendimiento

La motivación en ciertas ocasiones se incrementa a partir de bonificaciones, premios, incentivos materiales que demuestran el valor extraordinario o el cumplimiento de ciertas metas. Sin embargo, Dan Pink nos muestra una variable a esta norma usualmente establecida al interior de las empresas.

De manera rápida, señala que, en ocasiones el rendimiento no se valora por el premio que se espera, sino por el gusto de generar un cambio, un descubrimiento, un esfuerzo que no es remunerado externamente, situación en la que no se pone a prueba a la persona, sino se le deja trabajar consigo misma al máximo de sus capacidades. Ello permite que el rendimiento sea mayor al condicionamiento de la recepción de algún premio.

Motivación intrínseca (Autonomía, maestría y propósito) vs motivación extrínseca (recompensa y castigo). Todas las personas nos vemos motivados a actuar fruto de diversas motivaciones. Cada una de ellas se convierte en oportunidad para ser mejores, para alcanzar el objetivo que tenemos.

Hay muchos ejemplos de equipos de alto rendimiento. Son aquellos que hicieron historia al empezar y culminar un desafío al parecer imposible. Estas historias son usadas de modelos para las nuevas generaciones, para casos de estudio, de las que se hacen películas, pues implicó el trabajo, la sinergia, la planificación, el análisis de la realidad para atender las demandas que se exigían, y una perfección en la ejecución que les condujo al éxito.

Los Navy Seals, por ejemplo, son equipos de soldados especialmente entrenados en estrategias de combate, para lo cual participan de una formación especial en una serie de capacidades de resistencia física, estrategia de combate, rapidez y precisión en circunstancias de presión en el uso de armamento y toma de decisiones.

Hay que considerar que todos los equipos de alto rendimiento llegan a su fin. Por un lado, no son capaces de mantener la perfección en sus operaciones permanentemente, o se reinventan con nuevos integrantes. Es un ciclo natural de estos grupos.

El reto de las organizaciones es establecer políticas de renovación, así como una impronta innovadora permanente, que permita mantener el alto rendimiento de los equipos de trabajo en la realización de proyectos, ejecución de servicios, diseño y producción de los productos que respondan a los altos estándares del mercado.

El factor humano busca ser constantemente controlado a través de métodos, estadísticas y técnicas que tratan de perfeccionar la capacidad de las personas para conseguir resultados y potenciar el rendimiento, así como reducir la brecha de incertidumbre en términos de rendimiento y efectividad.

Por su parte, los departamentos de desarrollo humano en las empresas, así como las organizaciones que estudian a las personas a nivel de sus capacidades, motivaciones, conductas, continuarán en su afán de establecer estrategias cada vez más precisas y eficaces.

A tener en cuenta

En un estudio sobre los factores que influyen en la adopción de prácticas de alto rendimiento en las organizaciones, Mónica Ordiz, de la Universidad de Oviedo, identificó los siguientes entre una muestra de 250 organizaciones españolas: entorno competitivo elevado, cultura organizativa enfocada a las personas y estilo directivo participativo.

En cambio, otros factores como la dimensión o la estrategia competitiva de la organización no mostraban correlación positiva con la adopción de prácticas de alto rendimiento.

 

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