- Adicción a las compras: Compradores compulsivos - 24 abril, 2017
Una adicción es una enfermedad que consiste en el desarrollo progresivo de una dependencia, la cual se puede generar hacia una sustancia, como por ejemplo el alcohol, tabaco o cannabis, o hacia una actividad o conducta determinada, como por ejemplo hacia el juego, el trabajo o las compras.
A lo largo de este artículo hablaré de la adicción a las compras, también llamada oniomanía o compras compulsivas, y que se puede definir como un tipo de adicción en el que la persona afectada busca comprar, sintiendo un deseo irrefrenable por llevar a cabo dicha conducta, sin ser capaz de controlar su comportamiento impulsivo, comprando de manera continua, durante largos periodos de tiempo y, por lo general, sin reconocer que tiene un problema.
¿Cómo identificar la adicción a las compras?
La diferencia de las compras compulsivas con otro tipo de adicciones es que es muy difícil identificar el problema cuando comienza, debido a que vivimos en una sociedad de consumo en la que todos compramos (ropa, calzado, productos de belleza, aparatos electrónicos…).
El problema aparece cuando la actividad de comprar deja de ser algo lúdico o una necesidad real y pasa a convertirse en una adicción en la que la persona pierde el control de sus actos.
Es una adicción que en un primer momento pasa desapercibida, tanto para quien la padece como para las personas de su alrededor.
Podemos concluir que una persona es adicta a las compras cuando:
- Tiene un deseo intenso e irrefrenable por comprar.
- Compra tanto cuando está triste como cuando está contenta.
- Siente emociones intensas mientras realiza la compra.
- Siente satisfacción y alivio tras haber comprado.
- La persona compra bienes que no necesita, es decir, compra por comprar.
- Pasado un tiempo de la compra, aquello que ha comprado ya no le interesa.
- No es capaz de controlar su conducta adictiva.
- Tiene sentimientos de culpa, vacío y arrepentimiento poco después de haber comprado.
La persona afectada por este problema puede comprar un determinado tipo de objeto, como por ejemplo bolsos o zapatos, o comprar cosas de todo tipo.
¿Por qué surge la adicción a las compras?
En muchos casos la conducta adictiva es una vía de escape a los problemas. El tiempo que la persona está comprando no está pensando en sus preocupaciones, obligaciones… desconecta temporalmente de aquello que no le gusta, se evade, lo cual hace que la persona se sienta bien durante un periodo de tiempo determinado y que la conducta de compra se vuelva a repetir pudiendo derivar en una adicción.
En otros casos, detrás de la conducta adictiva se encuentra un problema mayor como por ejemplo la depresión.
Los sentimientos de culpa desempeñan un papel importante en las compras compulsivas, ya que generan un círculo vicioso: llevo a cabo la conducta de comprar como mecanismo de evasión, como consecuencia siento culpa y remordimiento, por lo que para evitar estos sentimientos vuelvo a comprar, volviendo a sentirme mal, volviendo a comprar…
La sociedad influye en el desarrollo de este problema, ya que vivimos en una sociedad consumista que a través de los medios de comunicación transmite el mensaje de que para ser feliz hay que comprar. Las personas más vulnerables se creen este mensaje erróneo pudiendo derivar en una adicción a las compras.
Las nuevas tecnologías también repercuten ya que hacen más fácil el acto de comprar, agravando la adicción y dificultando su tratamiento.
La adicción a las compras es un problema más frecuente en mujeres jóvenes y en personas que tienen determinadas características que les hacen más vulnerables, como por ejemplo: sensación de vacío en sus vidas, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, inseguridad, problemas con la imagen corporal…
¿Cuáles son las consecuencias de las compras compulsivas?
Las personas que desarrollan esta adicción comienzan gastando su propio dinero pero, a medida que pasa el tiempo, comienzan a pedir dinero a familiares y amigos, siempre con la excusa de que es para algo importante y necesario, no para comprar.
Es muy frecuente que lleguen incluso a pedir créditos al banco, derivando en deudas que no van a poder pagar, y a robar dinero, ya sea a personas cercanas a ellos o a desconocidos.
Con el paso del tiempo se empiezan a acumular las compras en casa y la familia comienza a sospechar que hay un problema. Llegados a este punto, los adictos comienzan a esconder todo aquello que adquieren, intentando que el problema pase desapercibido. Es tal la acumulación de objetos que muchos de ellos no tienen ninguna utilidad, no se han utilizado nunca, no son de su talla o siguen con la etiqueta puesta.
A nivel emocional hay un gran sufrimiento personal, es decir, la persona se siente triste, deprimida, enfadada, fracasada, culpable, arrepentida…
¿En qué consiste el tratamiento de la oniomanía?
El primer paso para poder tratar una adicción es reconocer que hay un problema. En muchos casos son los familiares, la pareja o los amigos quienes contactan con profesionales en busca de ayuda.
Para tratar correctamente este tipo de adicción es necesaria la colaboración de los más allegados, ya que su ayuda es un pilar fundamental del tratamiento.
Es muy importante generar en la persona una motivación para el cambio, que esté decidida a afrontar y superar sus problemas y, por supuesto, acudir al psicólogo para que la persona adquiera las habilidades y destrezas necesarias para controlar su adicción.
El objetivo final es que la persona aprenda a comprar, ya que es algo inevitable en nuestra sociedad y que va a tener que hacer durante el resto de su vida. Es la dificultad particular de las compras compulsivas, que no se puede retirar el objeto de la adicción como por ejemplo en la adicción a la cocaína.
Es muy importante tratar este problema, ya que puede derivar en otras adicciones como a internet o a la comida. Y es también importante recalcar que cualquier tipo de adicción resulta perjudicial para la salud, independientemente de cual sea el objeto de la adicción.
Comorbilidad y prevalencia de las compras compulsivasEs muy frecuente que la necesidad obsesiva de comprar se manifieste como síntoma de algún trastorno psicológico. La compra compulsiva es muy común en el contexto de los estados hipomaniacos del trastorno bipolar, cuando la persona se encuentra especialmente eufórica. Algunos autores destacan que muchos compradores compulsivos son en realidad enfermos depresivos. No siendo tampoco infrecuente que la compra compulsiva se acompañe de trastornos de la alimentación, especialmente bulimia, y ocasionalmente de cleptomanía. En lo que respecta la prevalencia, su presencia en la población general se sitúa entre el 2% y el 8 % según difrentes estudios. |