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“El amor no es un contrato entre dos narcisistas. Es más que eso. Es una construcción que obliga a los participantes a ir más allá del narcisismo. Con el fin de que el amor dure uno tiene que reinventarse a sí mismo.”– Alain Badiou
El resentimiento y la ira en las relaciones a menudo se derivan de la consternación que nos produce un comportamiento del otro que valoramos cómo negativo, que no alcanzamos a entender, y que además suponemos que hace intencionadamente.
Estos son algunos escenarios habituales:
- Durante meses, se suponía que tu pareja debía cancelar una cuenta bancaria del negocio, que estaba generando enormes gastos y que ni siquiera se estaba usando. Siempre había alguna excusa, y mientras tanto, cientos de euros se estaban perdiendo.
- Has pedido a tu pareja innumerables veces que por la mañana sintonice sólo emisoras de radio con música alegre que te ayudan a despertar. Pero mañana tras mañana sintoniza la misma emisora de música clásica que tantas veces le has dicho que te produce más sueño ¿Cómo puede olvidarse siempre?.
- Ambos pensabais que el otro se había comprometido a hacer la cena. Es casi medianoche y ninguno de los dos la hizo. Esta es la gota que colma el vaso de todas las otras veces que tu cónyuge no hizo la cena cuando dijo que la haría.
Las situaciones anteriores son representativas de los resentimientos que se generan en la vida cotidiana y que llevan a importantes problemas maritales cuando no se manejan con una comunicación efectiva.
Si no se controla adecuadamente, el resentimiento dará lugar a la ira, que pone en juego muchos más recursos emocionales y que convertirá el resentimiento inicial en una espiral fuera de control.
Pero, ¿de qué manera podemos tratar con el resentimiento para evitar su posible escalada hacia la ira? La solución está en canalizar la consternación que nos ha producido el comportamiento de nuestro cónyuge a través de la empatía, para de este modo tratar de entender su punto de vista.
No es fácil desde luego mostrar empatía hacia nuestra pareja cuando sentimos que nos molesta de forma deliberada o actúa sin tener en cuenta nuestros propios sentimientos o deseos, pero aquí te mostramos algunos simples consejos que te ayudarán en esta difícil tarea:
1. Expresa tus sentimientos en primera persona.
He aquí un ejemplo sobre cómo expresar descontento por las acciones de tu cónyuge usando el “Yo” como forma de comunicación asertiva: “Me siento muy molesta por que la cuenta del negocio sigue abierta. Me gustaría saber si puedo ayudarte con este asunto porque voy a sentirme muy aliviada y relajada cuando esté cerrada “.
2. Cuenta hasta diez antes de hablar.
Esto te ayudará a elegir las palabras con más cuidado y no dirás algo de lo que más tarde puedes arrepentirte.
Como indica Pilar Quijada en su artículo “Contar hasta diez”: Diez segundos es, aproximadamente, el tiempo que tarda una información en pasar desde nuestro cerebro emocional, más primitivo, al racional, la corteza cerebral, más evolucionada. Este tiempo marca la diferencia entre actuar impulsivamente o de forma más meditada”.
3. Ponte en el lugar del otro.
Intenta sentir lo que el otro siente, comprender su punto de vista y sus emociones presentes. La comprensión es básica cuando se trata de aceptar a la persona que tenemos en frente. Haz sobre todo un esfuerzo por valorar sus intenciones y sus motivos.
4. Practica la escucha activa.
Repite lo que has oído con el fin de confirmar que estás entendiendo, y afirma los sentimientos de tu pareja.
La escucha activa implica ofrecer disponibilidad, responder asertivamente y mostrar interés por la persona que habla. Se trata de escuchar no sólo lo que el otro expresa directamente, sino también sus sentimientos, pensamientos y emociones.
5. Conecta físicamente.
Hablamos de un abrazo, no de relaciones sexuales, aunque también pueden ser útiles. Incluso no estando en el mismo momento emocional durante el proceso de resolución, la conexión física puede ayudar.
De hecho, algunos terapeutas sugieren que si la relación pasa por una mala racha, tener relaciones sexuales programadas es aconsejable. La conexión programada podría poner las cosas bajo una luz diferente y ayudar en la resolución del resentimiento.
6. Busca un punto intermedio.
Para canalizar el resentimiento mediante la empatía es necesario a menudo encontrarse en el centro de un puente imaginario. Cuanto más pasos se dan en esa dirección más nos acercamos a la comprensión del otro, al tiempo que nos alejamos de los extremos. Salir al encuentro del otro en ese puente imaginario es incompatible con el resentimiento.
7. Practica la empatía diariamente.
La empatía necesita ser entrenada para convertirse en parte de la relación. Es necesario hablar con nuestros cónyuges sobre cómo se sienten, mirando a los ojos, y abiertos a experimentar las emociones del otro. Una vez que la empatía se convierte en un comportamiento intrínseco, el resentimiento suele convertirse en una cosa del pasado.
En definitiva, la empatía es el mejor antídoto contra la ira en las relaciones. Los sentimientos de empatía estimulan además la reducción de la ansiedad natural, y cultivarla como parte esencial de la relación va a tener un impacto no sólo en la convivencia si no en sentirse más conectados y menos estresados.
La empatía ayuda a reinventarse a uno mismo, lo que como Alain Badiou señala, es necesario para un amor duradero.
►Recursos:
El poder de la empatía
►Fuentes:
Adaptado de 7 Ways To Kick Anger Out Of Your Relationship For Good Imagen cortesía de Pedro Ribeiro vía Flickr.com