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Cómo tratar la ansiedad cambiando nuestro cerebro

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Psicopedia

La ansiedad se está convirtiendo en algo común en nuestra sociedad. En una época donde todo el mundo está en movimiento, la programación de reuniones con tanta frecuencia que nos olvidamos de que deberíamos comer en algún momento del día, y con la constante sensación de estar abrumados por la preocupación acerca de una docena de cosas, la gente ha empezado a pensar que la preocupación es una emoción tan común como la felicidad.

En los días del hombre de las cavernas no existía la tecnología, no había necesidad de estar siempre accesibles, no había plazos establecidos y almuerzos obligatorios con el jefe. La preocupación sólo se producía de manera puntual, ante la falta de alimentos o ante una amenaza a la seguridad individual o del grupo. Nuestros cuerpos fueron construidos para este nivel de estrés. El estrés era generalmente poco frecuentes y de corta duración.

A medida que hemos desarrollado nuestra capacidad de razonar, el pensamiento abstracto ha dado lugar a una prolongación del estrés. Ahora el estrés no aparece sólo cuando nos sentimos amenazados, sino también cuando se percibe o anticipa una amenaza. Esta amenaza percibida o anticipada no tiene que ser siquiera una amenaza real. A menudo estamos en la seguridad de nuestra propia cama y permanecemos preocupados por un millón de cosas. Ahora nos exponemos continuamente a un estrés crónico que nuestro cuerpo nunca tuvo la intención ni la capacidad de hacer frente.

Para aquellos versados ​​en la ansiedad y conocedores de la investigación asociada a ella, nada de esto es novedoso. Pero, ¿sabías que el estrés crónico puede llegar a cambiar nuestro patrón de ondas cerebrales, de tal modo que nos resulta cada vez más difícil llegar a relajarnos?. Con el tiempo, estos patrones se fortalecen y se hacen permanentes. Esto nos lleva a la teoría del huevo y la gallina. ¿Son los pensamientos de ansiedad los que forman un patrón biológico ansioso o es ese patrón biológico el que provoca los pensamientos de ansiedad? Se puede argumentar en ambos sentidos. Sin embargo, lo que si parece cierto es que, independientemente de la etiología , el pensamiento ansioso refuerza los patrones de ondas cerebrales de ansiedad.

Una vez conocida esta circunstancia ¿qué podemos hacer al respecto?

El tratamiento más comúnmente aceptado para la ansiedad son las técnicas cognitivo-conductuales, acompañadas de técnicas de relajación. Estas técnicas funcionan porque ayudan a la persona a controlar sus pensamientos llevándolos a un estado de ánimo relajado. Es seguro que si los pensamientos de ansiedad cambian el cerebro, los pensamientos tranquilos resultarán en cambios biológicos también.

El Biofeedback es otro eficaz tratamiento para la ansiedad. La biorretroalimentación implica sistemas biológicos de monitoreo (frecuencia cardíaca, presión arterial, etc) que son mostrados al paciente. Éste aprende cómo reducir estos marcadores biológicos, usando la respiración, la meditación u otras técnicas de relajación. Se practican entonces estas técnicas de relajación con la retroalimentación visual de la respuesta fisiológica, hasta que se llega a controlar esta respuesta.

Pero la técnica que en los últimos años está resultando más novedosa y efectiva para reducir la ansiedad de manera permanente es el tratamiento mediante Neurofeedback. Este tratamiento utiliza la tecnología EEG para conectar al paciente a un equipo en el que se asignan y supervisan sus ondas cerebrales. Determinados patrones cerebrales son seleccionados como “objetivos” de manera que cuando el paciente los produce se le recompensa. Con el tiempo y el entrenamiento adecuado el cerebro está capacitado para producir patrones cerebrales más relajados que se traducen en un paciente menos ansioso. Se continúa con el entrenamiento hasta que los nuevos patrones están bien aprendidos por el cerebro, lo que garantiza que se mantendrán después de haber finalizado este proceso.

El Neurofeedback ha existido desde hace décadas, y se ha utilizado en diversos ámbitos como la investigación y la terapia. Pero cada vez es más común su utilización gracias a que la tecnología se ha hecho más rentable y transportable, llegando a convertirse en un tratamiento eficaz para otros muchos trastornos.


Recursos:
Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad
Fuentes:
Artículo original: Treat Anxiety by Changing Your Brain por MICHELE L. BRENNAN, PSY.D Imagen cortesía de Greenfinger

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