Los síntomas de ansiedad acompañan a menudo al dolor crónico

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Jose Manuel Garrido

Psicólogo profesional con más de 20 años de experiencia en diversos ámbitos de la psicología aplicada. Experto Universitario en RRHH, Máster en Práctica Clínica y Forense y Especialista en Hipnosis Terapéutica. Titular del Centro Psicosoma Huelva y Coordinador y Editor de Psicopedia.

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Las personas que sufren de dolor crónico, a menudo sufren también trastornos de ansiedad, según los últimos estudios publicados por la Universidad de Indiana (EEUU).

En opinión de su autor (Kurt Kroenke), normalmente hemos sido más conscientes de la ocurrencia común de procesos depresivos en pacientes con dolor crónico, y hemos puesto menos énfasis en diagnosticar posibles trastornos de ansiedad.

En el estudio de referencia participaron 250 pacientes que estaban siendo tratados de una dolencia crónica de la zona lumbar y las articulaciones con dolor que ha durado al menos tres meses sin remitir a pesar de los analgésicos.

Ansiedad y dolor crónico

Todos los participantes fueron evaluados de los trastornos de ansiedad más comunes: ansiedad generalizada (preocupación persistente); pánico, o ataques repentinos y repetidos de miedo, ansiedad social (ansiedad abrumadora en las interacciones sociales diarias), estrés post-traumático (sensación repetida de peligro ante una situación estresante) y trastorno obsesivo-compulsivo (pensamientos o rituales repetidos que interfieren con la vida diaria).

Los resultados mostraron que el 45 por ciento de los pacientes con dolor crónico seleccionados eran diagnosticados positivamente para uno o más de los trastornos de ansiedad evaluados.

Los que tenían un trastorno de ansiedad también informaron significativamente de mayor dolor y de una peor calidad de vida relacionada con su salud.

La comorbilidad psicológica es frecuente en los pacientes con dolor crónico, y otros estudios también han demostrado una alta prevalencia de la depresión, la ansiedad y otros trastornos psicológicos que acompañan de manera habitual al dolo.

Por este motivo se hace recomendable evaluar a los pacientes con dolor de aquellos factores psicológicos que pueden contribuir a un peor pronóstico.

Utilizar medicamentos para alivio del dolor como único remedio en estos casos no suele ser muy eficaz, ya que se está dejando al margen una de las variables importantes del cuadro clínico.

Muchos de estos pacientes se benefician de la terapia cognitivo-conductual para ayudar a lidiar con el dolor y la ansiedad relacionada.