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El miedo a conducir o amaxofobia es una fobia específica bastante común. Al final de este artículo ofrecemos algunos datos a este respecto, pero basta una búsqueda rápida en Internet para encontrar un buen número de sitios web dedicados a la lucha contra este miedo.
El miedo a conducir puede ser leve o llegar a ser realmente severo. Algunas personas temen situaciones de conducción muy específicas, como conducir durante una tormenta o en vías concretas como una autopista, mientras que otras tienen miedo simplemente a sentarse detrás del volante.
La amaxofobia y otros miedos
Se ha encontrado que hay algunas otras fobias que se relacionan muy a menudo con la amaxofobia, entre ellas:
La agorafobia – Vagamente definida como el temor de ser atrapado ante un ataque de pánico, la agorafobia conduce a la evitación de situaciones que se sienten amenazantes. Conducir es una de las principales conductas en las que se manifiestan estos temores.
La claustrofobia – El temor a los espacios cerrados se activa fácilmente en los relativamente pequeños confines de un coche. Algunas personas con claustrofobia informan que el miedo es mayor como pasajeros, mientras que otros tienen más miedo de ser el conductor.
La ansiedad de rendimiento – Conducir es una gran responsabilidad, ya que que manejas tu propia seguridad, la de los pasajeros y la otras personas en la carretera. Los que sufren de miedo escénico u otros miedos relacionados con el rendimiento pueden sentirse incómodos ante sus propias habilidades de conducción. El miedo puede ser mayor cuando los pasajeros están presentes, sobre todo para las personas con fobia social.
El miedo a los accidentes – Los que sufren de miedo patológico a los accidentes, tratan de evitar las situaciones que aumentan el riesgo de peligro físico. Además, la aversión al riesgo más general también puede aumentar el miedo. Como una actividad de riesgo, la conducción tiene el potencial de desencadenar este tipo de miedos.
Miedo a viajar – El temor a los viajes abarca temores relacionados con todas las formas de transporte. Muchas personas con esta fobia pueden sentirse cómodos conduciendo a lugares conocidos, pero tienen miedo de explorar nuevos destinos o rutas .
El miedo a la autoridad – Un ligero nerviosismo en torno a las figuras de autoridad es natural, pero algunas personas llegan a sentirse aterrorizados de cualquier contacto con la autoridad. Las personas con esta fobia suelen tener miedo a conducir alrededor de los coches de policía, camiones de bomberos y ambulancias.
La fobia simple a conducir
El miedo a conducir no siempre está relacionado con otras fobias. Esta fobia simple a la conducción puede ser causada por diversos factores:
– Mala experiencia: Si llegas a sufrir un accidente de coche puedes estar en riesgo elevado de desarrollar un miedo a conducir. Otros factores desencadenantes potenciales incluyen la conducción a través de una gran tormenta, perderse, ser detenido o conducir en condiciones de riesgo. La situación negativa no tiene porque haberse sufrido en primera persona. Ser testigo de un accidente en persona o en la televisión, o conocer a alguien que pasó por uno, puede ser suficiente para desencadenar este miedo.
– Familiares o amigos: El modo en que tus padres y amigos tratan la conducta de conducir pueden influir en cómo te sientes al respecto. Si uno o ambos padres son conductores particularmente cautelosos, no es inusual llegara internalizar sus preocupaciones. Algunas personas desarrollan un miedo después de ver películas o de oir un relato particularmente aterrador.
A menudo no es posible establecer una causa clara. Algunas personas encuentran que el miedo se desarrolla repentinamente, después de años de experiencia de conducción exitosa. Otros simplemente no tienen el deseo de aprender a conducir. Afortunadamente, no es necesario encontrar la causa con el fin de tratar la fobia.
El tratamiento de la amaxofobia
Siempre es mejor buscar tratamiento profesional para cualquier fobia a conducir para asegurarse de que otra enfermedad, como la agorafobia o la claustrofobia, no está presente. Si no se trata, incluso una fobia a conducir relativamente leve puede empeorar con el tiempo.
La amaxofobia debe tratarse de un modo diferente a otras fobias, debido a la naturaleza también distinta de la actividad. Durante la conducción hay una limitación a lo relajado que debe o puede estar un individuo, sin dejar de mantener la seguridad y el control del vehículo. Las técnicas de relajación muscular generalmente utilizadas en el tratamiento de otras fobias no son prácticos mientras se conduce.
Es importante trabajar en la eliminación de cualquier patrón de evitación que esté manteniendo la fobia. Esto implica conducir o ser un pasajero, en particular en situaciones que se están evitando en la actualidad.
El método más reconocido para superar una fobia es exponerse (de manera gradual) al objeto o situación temida al objeto de tolerar la angustia hasta que comience a disminuir. Algunas personas encuentran que pueden hacer esto por su cuenta, tal vez con la ayuda de libros de autoayuda, grupos de apoyo y de los amigos y familiares.
Para muchas personas, el mejor tratamiento para las fobias es la terapia conductual con exposición y prevención de respuesta. La terapia conductual incluye sesiones con un psicólogo capacitado en el tratamiento de fobias, seguido por estrategias en vivo con un instructor especializado. Durante las sesiones se aprende a tolerar la ansiedad provocada por la exposición con la ayuda de técnicas de relajación especializadas. También se incluyen técnicas para alterar los patrones inadecuados de pensamiento y el comportamiento que se deriva de ellos.
Consejos de autoayuda para superar la amaxofobia
Es posible que ya hayas intentado iniciar el cambio, si no es así es el momento de hacerlo ahora. Qué sentido tiene seguir haciendo caso de viejos pensamientos autolimitantes, creencias distorsionadas y comportamientos ineficaces.
Tal vez todo lo que necesitas es una creencia renovada en tu capacidad al volante. Cualquier problema o mala experiencia que hayas tenido conduciendo puede superarse ahora. Ya sea que necesites recuperarte de un trauma pasado, descubrir la confianza subyacente que está presente en otras áreas de tu vida y aplicarla a la conducción, o descubrir una confianza que nunca te fue enseñada cuando aprendiste a conducir. El punto de partida es entender dónde te encuentras ahora.
El comienzo del cambio es cambiar la perspectiva, tomando conciencia de las cosas que puedes afrontar con éxito por el momento. Esto podría ser simplemente sentarte en el asiento del conductor y arrancar el motor. Debes intentar esos pequeños logros con el fin de empezar a reconocer tus éxitos. La clave está en enfrentar pasos pequeños y fáciles, aumentando la dificultad sólo levemente en cada nuevo paso.
Esta aproximación progresiva hacia tu objetivo podría llevarte al éxito en no demasiado tiempo. Si crees que no podrás hacerlo por ti mismo, busca ayuda profesional tan pronto como te sea posible.
Queremos completar este artículo con un estudio realizado por el Instituto Mapfre de Seguridad Vial, en el que se ofrecen datos sobre la prevalencia de este trastorno en la población española, incluyendo un interesante detalle de las variables relevantes y una fundamentación teórica muy completa.
Recursos:
Descarga “Amaxofobia. Miedo a conducir”
Fuentes:
Adaptado de What Is the Fear of Driving? Dealing with Driving Phobia
Imagen cortesía de Alvimann