Eyaculación Precoz ¿Un trastorno de conducta?

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La Eyaculación Precoz (EP) tiene que ver con una eyaculación prematura, que ocurre antes de que el paciente y/o la pareja la sientan como deseable, lo que impide la plena satisfacción de las relaciones sexuales. Está casi siempre acompañada de una importante carga emocional y de dificultades interpersonales que añaden una mayor frustración a una situación ya tensa en sí misma, lo que hace que la pérdida de satisfacción sexual sea aún más importante.

La eyaculación precoz es una queja común y una demanda habitual en la consulta del psicólogo. La evidencia disponible apoya la idea de que el control y la modulación de la excitación sexual es una conducta aprendida. Si alguien la ha aprendido de forma incorrecta o inadecuada, puede aprenderla de nuevo.

Se trata de un trastorno raramente causado por un problema físico o estructural.En los casos en que esto ocurre se asocia por lo general con otros síntomas físicos como el dolor. En casos más raros puede estar asociada con una disfunción neurológica, una infección de la próstata, o una uretritis (inflamación del conducto que transporta la orina y el semen hacia el exterior del cuerpo). Con el aumento de la prevalencia del abuso de sustancias, un número creciente de casos de EP está siendo asociado al consumo de drogas, especialmente los opiáceos.

Aunque la Eyaculación precoz se asocia comúnmente con síntomas psicológicos, especialmente ansiedad de rendimiento y culpa, estos síntomas son más sus consecuencias que sus causas. Una vez que se ha establecido firmemente, los factores psicológicos que acompañan a la EP, en especial en combinación con la sobreestimulación sexual, pueden formar un ciclo de auto-perpetuación que hace que el trastorno empeore.

Es un trastorno común en adolescentes, que puede ser agravado por sentimientos de culpabilidad sobre la actividad sexual, el miedo al descubrimiento, al embarazo o a contraer una enfermedad de transmisión sexual. A todo ello hay que añadir habitualmente la ansiedad de rendimiento. Los adultos pueden tener problemas similares, a los que se añaden los factores interpersonales relacionados con la pareja sexual.

Tratamientos conductuales eficaces

Se considera importante que la pareja participe responsablemente en el programa terapéutico. El tratamiento de la EP requiere paciencia, dedicación y compromiso por ambas partes, y el terapeuta debe transmitir este mensaje a ambos.

La primera parte de la terapia requiere que ambas partes eviten las relaciones sexuales durante un período de varias semanas. Este período de abstinencia es útil para aliviar cualquier ansiedad de rendimiento problemático que puede interferir con la terapia .

Las técnicas conductuales, impartidas de forma individual, conjuntamente, o en grupo, se consideran eficaces en el tratamiento de la Eyaculación Precoz. Habitualmente se utiliza una etapa preliminar denominada de “focalización sensorial”, que consiste en la concentración del hombre en el proceso de la excitación sexual y en el propio orgasmo.

El varón debe aprender cada paso de este proceso, centrándose muy especialmente en el momento previo al “punto de no retorno”. La pareja sexual participa en el proceso, manteniendo la conciencia de las sensaciones del paciente y de lo cerca que está de la eyaculación. En este punto, dos técnicas se utilizan habitualmente :

• La técnica de “parar-seguir” o “stop-star”. Este enfoque implica la estimulación sexual hasta que el hombre reconoce que está a punto de eyacular. En este momento, la estimulación se suspende durante unos treinta segundos y luego se reanuda. Esta secuencia de eventos se repite hasta que la eyaculación se desea por ambos miembros de la pareja.

• La técnica de “compresión” o “apretón”. Este enfoque consiste en la estimulación sexual, generalmente por parte de la pareja, hasta que el hombre reconozca que está a punto de eyacular. En este momento cesa la estimulación y el paciente o su compañera aprieta suavemente el extremo del pene, justo debajo del glande. La presión se mantiene durante varios segundos para luego continuar con la estimulación. Esta secuencia de eventos se repite hasta que se desee la eyaculación.

En la mayoría de los casos (algunos estudios indican que hasta el 95%), el paciente es capaz de controlar la eyaculación mediante la educación y práctica de las técnicas descritas. En los casos crónicos que no responden al tratamiento, la EP puede estar relacionada con una disfunción psicológica o psiquiátrica más grave para los cuales se hace necesaria una intervención psicoterapéutica.

Ofrecemos para su descarga una excelente reseña clínico terapéutica sobre la Eyaculación Precoz, firmada por el Dr. Santiago Cedrés, Sexólogo Clínico en el Centro Médico Sexológico Plenus (Montevideo), que refleja los últimos estudios e investigaciones sobre esta disfunción sexual tan común.

Por tratarse de un documento médico el epígrafe dedicado al tratamiento se centra en mayor medida en las últimas propuestas farmacológicas, tratando sólo de paso los abordajes psicoterapéuticos, Pese a ello, se trata de un documento de gran interés para los profesionales de la psicología que se enfrentan en su quehacer diario con este trastorno.