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Cuando nos enfrentamos en nuestro trabajo diario con la necesidad de valorar la inteligencia se nos presentan diferentes posibilidades asociadas cada una de ellas a herramientas psicométricas bien distintas.
En el intento de adaptar la tarea requerida a los resultados pretendidos en cada caso, hemos buscado siempre la prueba que ofreciera una mejor relación entre las variables tiempo, esfuerzo y resultado.
Básicamente los profesionales hemos tenido dos opciones: Una medida básica de la inteligencia evaluada con pruebas como Raven o Factor G, o bien optar por una medida más comprensiva y factorial, representada sin duda alguna por las baterías de Wechsler.
En un punto medio entre estas dos opciones se encuentra precisamente el Test Breve de Inteligencia de Kaufman o K-Bit.
Los Kaufman ya nos advierten en la introducción de su manual que aunque el K-Bit obtiene puntuaciones típicas iguales a las Escalas de Wechsler, se trata de una semejanza útil para la comparación de resultados, pero en ningún modo significa que el K-Bit pueda sustituir a estas pruebas en la evaluación comprensiva de la inteligencia, tanto en el niño como en el adulto.
¿Cual es entonces la utilidad del K-Bit?
El K-Bit se ha previsto principalmente para situaciones y circunstancias en las que sea necesaria una medida rápida de la inteligencia, a modo de screening, que ayude a una discriminación previa y determine la necesidad o no de una evaluación más profunda de la inteligencia.
Su principal valor es que pese a ser una prueba de fácil y rápida administración nos ofrece una medida diferenciada de la inteligencia verbal y no verbal, muy útil en el ámbito clínico y escolar.
Ejemplos típicos de aplicación serían:
- Identificación previa de niños o adultos de alto riesgo.
- Detección para un diagnóstico escolar.
- Estimación de la inteligencia como parte de una evaluación completa de la personalidad.
- Revisión periódica del estado intelectual de niños y adultos.
- Medida de la inteligencia con fines de investigación.
¿Qué ventajas ofrece el K-Bit respecto de otras pruebas?
Como se ha dicho, el Test Breve de Inteligencia de Kaufman mide la inteligencia verbal y no verbal, lo que en sí mismo ya lo convierte en una herramienta extremadamente útil, pero además ofrece otra serie de ventajas:
- Cubre un amplio rango de edades (de 4 a 90 años).
- Su aplicación es rápida, ocupando entre 15 y 30 minutos.
- Se aplica con extrema facilidad, no siendo necesario un entrenamiento excesivo.
- Pose una excelente baremación para la población en lengua española.
- Proporciona un C.I. verbal, un C.I. no verbal y un C.I. compuesto que resume el rendimiento total en la prueba.
- Ninguno de los items requiere una respuesta motora, por lo que puede ser aplicado a sujetos con discapacidad física.
Actualmente la prueba cuenta con una licencia exclusiva a favor de Pearson Educación para Europa y Latinoamérica, por lo que sólo es posible adquirirlo a través de su web, a un precio que ronda los 150 Euros, lo que por otra parte lo hace una prueba bastante asequible.