Descarga Cognitiva ¿Reemplazando a la memoria?

¿Cuántos números telefónicos puedes recordar sin mirar la lista de contactos? o ¿cuántos recuerdos tienes de las últimas vacaciones sin recurrir a tu álbum de fotos? Ni que decir de las recetas ¿aun las tienes anotadas en el cuaderno?.

¡Por qué no decirlo! gran parte de la sociedad depende cada vez más de la tecnología y la Internet, esto va desde agendar números de teléfono, crear la lista del supermercado y hasta un recordatorio por cada cosa que se debe hacer.

¿Te acuerdas? antes de la llegada de estos grandes servicios tecnológicos, muchas de las tareas que hacemos a diario las hacíamos manualmente, se leían grandes libros en búsqueda de una tarea, escribíamos esa carta de dos páginas saludando a ese familiar que hace tiempo no veíamos o la receta de ese rico postre escrita a mano en una hoja de papel. 

Ahora, no es necesario leerse ese libro, el resumen ya está en google, aquella carta ya no será tan larga o se tendrá que esperar mucho tiempo para saludar a ese familiar, utilizamos WhatsApp o Facebook para comunicarnos y aquella receta no se volverá a escribir en papel, en internet la puedes encontrar.

Para nadie es extraño que resulta demasiado fácil acceder a todos estos recursos desde la internet, incluso la facilidad de poder almacenar gran cantidad de información valiosa en la nube. 

Como dicen: si no está en la Internet, ¡no existe! Puede sonar algo extraño, pero la realidad es que Internet maneja una gran base de datos, que podría ser imposible no encontrar algo que se necesite o el ahorrarse espacio físico en tu escritorio y poner todos esos documentos en una carpeta virtual.

Es la realidad, cada vez más solemos utilizar los recursos exteriores para hacer algo que normalmente hacíamos, y dejamos de utilizar aquellos procesos cognitivos de los que estamos dotados, entre ellos la memoria.

¿Qué es la descarga cognitiva?

Descarga cognitiva, así lo llamaron los investigadores Evan F. Risko y Sam Gilbert de la universidad de Waterloo en Canadá. Ellos explican que “son acciones físicas que reducen el esfuerzo mental necesario para realizar una tarea”, en pocas palabras ayudamos a la memoria a realizar sus actividades. 

Es un concepto poco estudiado a pesar de la prevalencia de éste en la vida actual, cada vez más se pasa a la acción física para desarrollar una actividad y se recurre poco al uso de la memoria, cuando antes hacíamos un mayor uso de ella para recordar ciertas cosas, ahora todo lo dejamos en manos de internet. 

Esto trae consigo una serie de consecuencias negativas como la dependencia a los celulares, tabletas o computadoras, para guardar información y luego recurrir a ella cuando la necesitemos.

Recordar es una acción que podemos hacer naturalmente, pero al no hacerlo reduce en gran forma las habilidades de la memoria. Pero, ¿qué tan malo puede ser el utilizar estas alternativas tecnológicas como ayuda de la memoria?.

En un artículo publicado en la revista Memory, investigadores de la Universidad de California, Santa Cruz y la Universidad de Illinois, explican los cambios que está experimentando la memoria debido a la creciente dependencia de internet, y la gran facilidad de acceder al recurso que se encuentra disponible a un solo clic, llegando afectar los procesos de pensamiento, para resolver problemas, recordar y aprender. 

Es decir que, a largo plazo, los procesos humanos de pensamiento que aplicamos para solucionar problemas, recordar información y aprender nuevos conocimientos se pueden ver afectados y, por que no, remplazados.

Esto es porque cada vez que confiamos más en los que podemos encontrar en la red, menos confiamos en las capacidades y respuestas que podemos dar por nuestra propia cuenta, usando nuestra propia memoria. 

La memoria como proceso cognitivo

En pocas palabras la memoria es la forma que tiene nuestro cerebro de guardar información de acontecimientos y experiencias de la vida diaria y poder recurrir a ellos cuando se necesite de forma voluntaria, esto se logra gracias a las conexiones sinápticas entre neuronas.

La memoria es un proceso cognitivo, eso quiere decir que se ven involucradas gran cantidad de neuronas que se encargan de generar recuerdos, por ejemplo: ¿cuánto es 6 x 6?, fácil ¿no?, para resolver esta sencilla operación matemática se recurrió a un recuerdo.

Señales de neuronas viajando por grandes caminos neuronales ya fabricados traen la respuesta, 36. Cada vez que rememoramos algo, las conexiones de las neuronas se reactivan y se refuerza ese recurso, es por esto que hay cosas que no se olvidan tan fácilmente.

Ahora bien, ¿qué pasa cuando en lugar de usar la memoria, usamos la calculadora?

Las neuronas involucradas anteriormente no tienen que enviar ninguna información, porque alguien más está haciendo el trabajo, es decir, no se está reforzando las conexiones.  

Un ejemplo muy claro lo da el escritor Nichollas Carr en su libro Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? 

“Cuando un obrero que se dedica a cavar zanjas cambia su pala por una excavadora, los músculos de su brazo se debilitan, por más que él multiplique su eficiencia. Un intercambio muy similar podría estar llevándose a cabo cuando automatizamos el trabajo de la mente”

El problema aparece cuando dejamos de estimular la memoria, cuando dejamos en manos de auxiliares externos como la internet para que realice el trabajo, no pensamos, internet lo hace por nosotros, y allí las neuronas no necesitan generar más neuronas ni crear redes neuronales porque no hay que almacenar nada, allí los recuerdos no se refuerzan y lo aprendido se olvida.

En el estudio realizado por la universidad de California, Santa Cruz y la de Illinois, el doctor Benjamín Storm y los investigadores Aarón Benjamín y Sean Stone realizaron experimentos en búsqueda de poder determinar la probabilidad de que alguien se apoye en la tecnología para dar respuesta a una serie de preguntas.

En este estudio el 30% de los participantes ni se esforzaron por responder las preguntas, no sin antes buscar en internet, a lo que el doctor Storm concluye  que “La memoria pierde lugar como una habilidad a desarrollar, y cada vez más, es reemplazada” 

La tecnología ¿buena o mala? Aquí no se trata de lanzar un juicio, ni de oponernos a su uso, se trata mejor de analizar la forma en que se utiliza, y así poder lograr el equilibrio entre lo que se considera uso adecuado y abuso, ampliando nuestras capacidades, no reduciéndolas. 

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Fuentes:
Morrison, AB, Richmond, LL Descarga de elementos de la memoria: diferencias individuales en la descarga cognitiva en una tarea de memoria a corto plazo. Investigación 5, 1 (2020). 
Boldt, A., Gilbert, S.J. Confidence guides spontaneous cognitive offloading. Cogn. Research 4, 45 (2019).