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El propósito de la paternidad: madurez e independencia

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Mila Petkova

Nadie sabe al instante cómo ser padre o madre. Los experimentos sobre la paternidad comienzan desde el mismo momento en que alguien toma la decisión de tener un hijo y continúan durante toda la vida.

Sin embargo a veces, intentando hacer todo lo posible (en ocasiones incluso lo imposible) para sus niños, los padres olvidan el propósito principal de la paternidad y esto no es favorable para sus hijos.

Se trata de una cosa simple, pero significativa: la función más importante de los padres es crear un individuo maduro e independiente.

Internet y este artículo en particular no te mostrarán exactamente cómo lograrlo. Durante la infancia de tus hijos vas a experimentar y probar muchas opciones dependiendo del temperamento de tus hijos, sus ambiciones y las circunstancias en las que se va a encontrar la familia. Pero el propósito de todos estos experimentos sigue siendo el mismo, no lo olvides.

Madurez e independencia

Es importante poner esfuerzo en la formación de la independencia de tu hijo. Incluso cuando pienses que él /ella es todavía demasiado joven para hacerlo solo/a. A veces, entenderás que tu hijo/a tiene que aprender a hacer ciertas cosas solo/a, pero aun así sentirás la necesidad de ayudar y proteger constantemente. Es importante recordar que es imposible ayudarle siempre.

Alimentamos a nuestros hijos para que aprendan a hacerlo por sí mismos. Los amamos para que puedan aprender que son valiosos y que merecen el amor de otras personas también. Les enseñamos valores para que puedan tomar sus propias decisiones conscientes algún día.

Ninguna de estas funciones parentales es casualidad, pero ninguna está destinada a durar para siempre. Todas tienen el mismo propósito – ayudar a los niños a crecer.

Por ejemplo, para el recién nacido tú eres todo el universo. Tu bebé no puede sobrevivir sin ti. Pero cuando crezca lo suficiente para comer y vestirse por sí mismo sería ridículo seguir haciendo lo mismo, ya que tu niño necesita diferente tipo de ayuda.

Pronto vas a dar a tus niños ciertas responsabilidades y te centrarás en el establecimiento de apoyo moral e intelectual en lugar de cuidado físico. No deberías dar pasos atrás.

A la edad de 14 tu hijo adolescente debe ser capaz de hacer las tareas domésticas, esto le preparará para el momento cuando va a vivir solo/a. La única diferencia en sus responsabilidades y las tuyas será que tú todavía estarás a cargo cuando se trata de ganar dinero, aunque estaría bien animarle a empezar a tomar pequeños trabajos durante las vacaciones con el fin de aprender a manejar sus propias finanzas.

Por otra parte, tu hijo no es tu sirviente. No se puede simplemente dar órdenes. Esto tampoco le ayudará a ser más independiente. Cada vez que sea capaz de entender una situación en la que se debe tomar una decisión, deberías involucrarle en la toma de decisiones y considerar sus argumentos. Tu meta consiste en crear un entorno en el que tu hijo tiene derechos y responsabilidades.

Estoy cansada de escuchar madres de “niños” de 30 años de edad, agotadas de sus tareas domésticas porque sus hijos no saben cómo cocinar o limpiar sus habitaciones. Ni siquiera hablamos de tareas más serias como buscar trabajo e independizarse.

La crianza hiperprotectora también causa problemas emocionales muy graves. Los niños excesivamente protegidos no pueden hacerse cargo de sus estados emocionales, no pueden aprender de sus errores y no están capaz de hacer frente al rechazo (que ocurrirá durante su vida y no hay manera de evitarlo).

Por estas y muchas otras razones, no te olvides que tu propósito paternal más importante es hacer tu mejor esfuerzo para crear un individuo independiente y maduro. Todo lo que hagas debe ser de alguna manera una parte de eso.

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