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Terapia de pareja: Cuándo, cómo y por qué

terapia de pareja
Psicopedia

Pensar en acudir a terapia de pareja puede sonar realmente mal. Pero es algo comprensible teniendo en cuenta que a menudo se asocia con una relación que se enfrenta a problemas serios.

Es muy común, por ejemplo, que en una relación de pareja uno de sus miembros sea infeliz, se sienta desconectado o sienta que sus necesidades íntimas no se ven plenamente satisfechas.

Pero en lugar de comunicar al respecto, ese miembro de la pareja puede abrir una ventana en su relación y comenzar una aventura amorosa con otra persona. Para cuando la pareja llega a la terapia, el asunto de la infidelidad se convierte en sí mismo en el tema principal a resolver, y las causas subyacentes son a menudo ignoradas.

Este mismo escenario es igualmente cierto para otras fuentes de disputas, desde desacuerdos financieros hasta preocupaciones sexuales. Lo que pone en evidencia que las parejas no deberían esperar a tener una crisis para acudir a terapia.

¿Cuándo iniciar una terapia de pareja?

La mayoría de los expertos coinciden en que las parejas deben buscar ayuda mucho antes de lo que creen que necesitan. La mayor parte de los problemas dentro de una pareja son pequeños, pero crecen cuando no se resuelven.

Aquí es donde la terapia puede ayudar, proporcionando herramientas y técnicas para la resolución de conflictos. En lugar de ver la terapia como la solución a una crisis, debería considerarse como un aspecto integral de una vida de pareja saludable.

¿Qué sucede durante una terapia de pareja?

Aunque cada terapeuta es diferente, hay algunos puntos en común. La primera sesión generalmente implica que el terapeuta conozca a la pareja, analice las áreas de la relación que esperan mejorar y se establezcan metas. Algunos terapeutas, aunque no todos, asignarán tareas para que las parejas trabajen antes de la siguiente sesión.

A partir de ese momento el espacio de terapia debe convertirse en un espacio confortable y seguro, en el que ambos miembros de la relación puedan expresarse con libertad sobre los aspectos que le preocupan.

¿Cómo puede ayudar la terapia?

Las parejas acuden a terapia por muy diversas razones. Además de la infidelidad, los problemas más importantes incluyen el sexo, la comunicación, la economía y los principales cambios vitales, como casarse o formar una familia.

La terapia de pareja también es una buena idea si alguno de sus miembros se enfrenta con un problema particular que podría estar afectando a la relación (como ansiedad o depresión) o simplemente si siente que la relación permanece estancada e instalada en la rutina.

Hablar de sexualidad

Muchas parejas no se sienten totalmente cómodas hablando sobre sexo, especialmente cuando hay un problema. La terapia proporciona normalmente un espacio seguro para hablar sobre estos temas delicados.

Al igual que las personas individualmente pueden quedar atrapadas en un ciclo relacional negativo, las parejas a menudo también quedan atrapadas en un ciclo sexual negativo.

La terapia abre la conversación proporcionando un vocabulario para que la pareja pueda hablar con naturalidad de estos asuntos, así como un contexto apropiado, ayudando a romper ese círculo.

Mejorar la comunicación

La comunicación también es una gran preocupación para las parejas. Pero simplemente hablar más el uno con el otro no es la respuesta. Ambas partes necesitan sentirse escuchadas, calmadas, respetadas y cuidadas primero.

Generalmente en el transcurso de la terapia se analizan los patrones iniciales de comunicación, ya viciados, para reemplazarlos por otros más viables y efectivos. Estos se elaboran en colaboración con la pareja y en el contexto de su vida cotidiana.

Enfrentar cambios vitales

También puede considerarse la terapia de pareja como ayuda en momentos de cambios vitales importantes. Casarse, convertirse en padres por primera vez, mudarse, cambiar de trabajo, hacer frente a las relaciones extramatrimoniales, cuidar de padres que envejecen, todas estas transiciones pueden desestabilizar el equilibrio de una pareja.

La terapia brinda a las parejas la oportunidad de negociar estas transiciones con la menor interrupción posible y de explorar y respetar lo que una transición particular significa para cada uno de sus miembros, integrándola de manera natural en la relación.

Romper la rutina

Por último, no debe descartarse el valor de la terapia para ayudar a la pareja a salir de la rutina en la que con mucha probabilidad se cae después de algún tiempo de relación.

La terapia permite a las parejas hablar desde la base de sus sentimientos y articular cómo su relación puede no estar cumpliendo con las expectativas de cada uno.

En la mayoría de los casos la rutina puede vencerse si ambas partes están dispuestas a comprometerse de manera que se satisfagan las necesidades individuales.


En general, es una buena idea iniciar una terapia de pareja con la simple intención de que cada miembro alcance sus objetivos y se sienta seguro de tener las habilidades necesarias para navegar por los altibajos que inevitablemente presenta cualquier relación.

Para ello no es necesario, ni siquiera conveniente, esperar a que llegue la crisis, ya que como en cualquier otro asunto relacionado con el bienestar personal, prevenir es siempre mejor que lamentar.

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