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En casi diez años de ejercer la psicología clínica he podido ver muchas crisis, todas distintas y unas más trágicas que otras. No obstante, las personas las manejan de manera muy diversa y esto no depende de la gravedad del asunto.
¿Qué será lo que predice la manera en que cada uno enfrenta las crisis? Si bien es cierto, mucho de lo que sucede en esos casos es subjetivo, existe un elemento importante: las redes de apoyo social.
Creo que el mayor predictor de cuán mal nos va a caer una noticia es la cantidad y calidad de redes de apoyo que se tienen. No es igual vivir una demanda en soledad que contar con personas a las que se puede recurrir ante tal notificación. Y no me refiero a contar con personas que tienen la solución o los recursos materiales para resolverlo, si no que me aporten la sensación de que no se está solo.
Las redes de apoyo social ante las crisis
En mi experiencia, he notado que los problemas se sobre-dimensionan, como una reacción normal, cuando se cuenta con pocas personas con las que se puede hablar del mismo.
Una crisis, etimológicamente, es una situación que ha rebasado los recursos personales para afrontarla. El contar con poco apoyo de terceros, reduce los recursos de la persona considerablemente.
No quiero atreverme a hacer un perfil de personas vulnerables a vivir más crisis que la media estadística, pero sí puedo asegurar que las personas que no cuentan con amistades o apoyos sólidos tienden a desesperarse más ante las pruebas que la vida nos pone. ¿Esto porqué? Porque cuentan con pocos o ningún recurso social para acudir ante las confusiones.
Ahora bien, una red de apoyo social no se limita a tener muchos contactos en el teléfono o “amigos” en las redes sociales. La red de apoyo social trasciende al hecho de tener medios para comunicarse con muchas personas.
Se define como (Requena Santos, 2002) “un conjunto finito de actores o grupos de actores y las relaciones definidas entre ellos. Es el tejido formado por las relaciones entre un conjunto de actores que están unidos directa o indirectamente mediante compromisos, informaciones…”
Según esta definición, las redes de apoyo social deben responder a ciertos criterios para considerase reales: interacción, intercambio de información, vínculo emocional y confianza, entre otras.
Muchas personas se encuentran rodeadas de gente, pero en realidad no se sienten en la confianza de comentar algo que les está sucediendo y que les quita el sueño. Esto posiblemente, porque no ha desarrollado vínculos con estas personas.
En la sociedad actual, donde estamos tentados a estar cada vez más ensimismados, ser parte de una red de apoyo social implica acciones conscientes encaminadas a conseguirlas, más que dar por supuesto que ya existen con la evidencia de que tengo muchos “agregados” a mi cuenta de red social cibernética.
No puedo imaginarme cómo sería quedarse sin trabajo, tener miedo de llegar a comentarlo en casa, porque se van a molestar (ya que la casa no es una red de apoyo) y que no tenga una amiga o un amigo al que le pueda escribir al menos un correo diciéndole que me siento mal y que no sé qué hacer. Ante este panorama, no cuestionaría caer en una crisis.
Ahora, hagamos un ejercicio personal ¿Cuándo fue la última vez que vimos a alguien en crisis? ¿Qué la causaba? Y lo más importante ¿Fuimos de apoyo o no? Lo mismo sería para la última crisis que vivimos.
No es posible, evitar las vicisitudes de la vida, pero invertir tiempo en construir una red de apoyo social en nuestra vida nos dotará de más elementos para afrontarlos. Por ello, animo a todos a salir más allá del ordenador y descubrir una rica vida emocional en el contacto cara a cara. A buscar amigos, de los de verdad.
Susana,yo he intentado buscar una amiga en mi crisis del nacimiento de mi segundo hijo, pero no he encontrado a nadie ni siquiera a mi madre ni ami suegra(que pasaron lo mismo que yo, que me comprenda) asi que como no hay nadie, y creeme que lo he buscado en muchos grupos de crianza, lactancia y apoyos varios(todo el mundo tiene sus propias dificultades y problemas) que he decidido salir de esta crisis yo solita y asi hacerme fuerte, me he dado cuenta que en realidad en esta vida realmente estamos solos y que solo tu te puedes salvar a ti mismo.ahora estoy fuerte y empoderada y no espero nada de nadie. te pasa lo mismo?
ANNA
Claro que hay amigos y se tienen amigos pero a la hora de la verdad y ante un verdadero problema, estas tu solo y tienes que resolverlo solo. Lo que si va bien es expresar las dudas ya sea de manera verbal, escrita o artistica, aunque sea expresarlo al aire…y nadie te escuche.
pero NO OLVIDEMOS tampoco los RIESGOS de CONTACTOS en las redes sociales… hasta incitaciones y inducciones al SUICIDIO
Un articulo en el que, utilizando palabras accesibles y comprensibles para todos y todas trasmites un mensaje util ,diáfano y esperanzador.Gracias,Susana.Tomo tu idea básica para compartirla.Un saludo.