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Un gran número de personas utiliza la meditación de forma habitual aunque no es una práctica terapéutica considerada por la medicina convencional.
Sin embargo, según Madhav Goyal, profesor de la Universidad Johns Hopkins y director de un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine, la meditación parece proporcionar tanto alivio de algunos síntomas de ansiedad y depresión como lo que otros estudios han encontrado en los antidepresivos convencionales.
Los investigadores evaluaron el grado en que ciertos síntomas cambiaban en las personas que padecían una serie de condiciones clínicas como insomnio o fibromialgia, aunque sólo una minoría había sido diagnosticada con una enfermedad mental.
Goyal y sus colegas encontraron que la llamada “meditación de atención plena” o Mindfulness se mostró de gran utilidad para aliviar algunos de los síntomas de dolor y estrés. Los resultados se mantuvieron incluso cuando los investigadores controlaron la posibilidad del efecto placebo.
Para llevar a cabo su revisión, los investigadores se centraron en 47 ensayos clínicos realizados hasta junio de 2013 con una muestra total de 3.515 participantes.
Estos ensayos estudiaban el efecto de la meditación en varios problemas de salud física y mental como la depresión, la ansiedad, el estrés, el insomnio, el consumo de sustancias, la diabetes, las enfermedades cardíacas, el cáncer y el dolor crónico.
Encontraron evidencia moderada de mejoría en los síntomas de ansiedad, depresión y dolor después de que los participantes se sometieron a un programa regular de entrenamiento de ocho semanas en meditación en atención plena.
Descubrieron sin embargo baja evidencia de mejora en el estrés y en la calidad de vida, y no hubo suficiente información para determinar si otras áreas podrían mejorarse mediante la meditación.
En los estudios que siguieron a los participantes durante seis meses, las mejoras continuaron de manera constante, sin que llegara a manifestarse ningún tipo de efecto secundario o contraindicación relevante.
La meditación tiene una larga historia en las tradiciones orientales, y ha ido creciendo en popularidad en los últimos 30 años en la cultura occidental.
“Mucha gente tiene esta idea de que la meditación significa sentarse y no hacer nada”, dice Goyal. “Pero eso no es cierto. La meditación supone una formación activa de la mente para aumentar el conocimiento, y los diferentes programas de meditación abordan esta cuestión de diferentes maneras.”
La meditación de atención plena es el tipo de meditación que mostró más posibilidades en el estudio. Habitualmente es practicada durante 30 a 40 minutos al día y hace hincapié en la aceptación de los sentimientos y pensamientos sin enjuiciarlos y la relajación de cuerpo y mente.
El propio autor advierte que la literatura revisada en el estudio contenía debilidades potenciales. Se necesitan por tanto más estudios para aclarar si los resultados son propiciados exclusivamente por estos programas de meditación o si existen otras variables, así como si más horas de práctica de la meditación tendría efectos mayores en la reducción de los síntomas.
En cualquier caso, y según los autores del estudio, parece posible concluir que los programas de meditación tienen un efecto superior al efecto placebo, y que alrededor de media hora de meditación al día pueden mejorar los síntomas de ansiedad y depresión.
Quiero completar este artículo ofreciendo para su descarga un excelente trabajo de Israel Mañas (Universidad de Almería) que bajo el título “Mindfulness: Meditación en psicología clínica”, ofrece algunos ejercicios básicos representativos de mindfulness, así como una descripción de su objetivo, orígenes, definición y significado, además de sus elementos y componentes claves.
►Recursos:
Descarga desde aquí: Mindfulness: Meditación en psicología clínica
►Fuentes:
Meditation Programs for Psychological Stress and Well-being
Imagen cortesía de Premasagar vía Flickr