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El trastorno bipolar (anteriormente conocido como maníaco-depresivo) es una enfermedad mental que provoca que el estado de ánimo, la energía y la capacidad de pensar racionalmente de una persona cambien drásticamente y de forma cíclica. Se trata por tanto de un trastorno crónico y recurrente, cuya característica principal son las fluctuaciones patológicas del estado del ánimo, conocidas como manía y depresión, que son diferentes de los altibajos anímicos que podríamos considerar normales.
La edad típica de aparición es alrededor de los 25 años, aunque puede ocurrir en la adolescencia o, más raramente, en la niñez. Afecta por igual a hombres y mujeres, y tiene una prevalencia de alrededor del 3% de la población mundial y casi un 83% de los casos clasificados como graves.
Diagnosticar el Trastorno Bipolar no es tarea fácil, ya que puede confundirse o presentarse conjuntamente con otras afecciones psicológicas de diferente gravedad, lo que hace imprescindible acudir a un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico fiable.
En Psicopedia hemos adaptado la Escala TABS que ofrecemos a continuación, con la intención de aportar una herramienta para uso exclusivamente personal y formativo, que en ningún caso puede sustituir la valoración realizada por un profesional cualificado en un contexto clínico apropiado.
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Acerca de la Escala TABS (Tri-Axial Bipolar Spectrum)
La Escala TABS fue elaborada en 2011 por el Dr. Greg Mulhauser como una alternativa a la conocida prueba de bipolaridad de Goldberg, publicada en la década de 1990, y su objetivo es ayudar a reconocer las experiencias que podrían sugerir una enfermedad bipolar en personas mayores de 18 años.
Esta versión destaca los tres componentes que son importantes para determinar el diagnóstico de los trastornos del espectro bipolar, incluidos los episodios depresivos, maníacos y mixtos, así como un conjunto adicional de factores que pueden prevenir un diagnóstico de trastorno bipolar incluso cuando son evidentes otros síntomas asociados.
Cuanto más alta es la puntuación obtenida, más estrechamente se relacionan las experiencias informadas con las que están presentes en el trastorno bipolar.
Para evitar el sesgo de tendencia central y el sesgo de aquiescencia, la autoevaluación TABS se construyó con un diseño de preguntas de intervalo semántico de elección forzada. Esto refleja autoevaluaciones personales clínicamente relevantes de experiencias que están directamente correlacionadas con algunos (aunque no todos) los criterios diagnósticos establecidos por el DSM para el espectro bipolar.
Es importante aclarar que los resultados de esta prueba no se han comparado con otras herramientas estructuradas (como el SCID, por ejemplo) para la evaluación de la validez en términos de sensibilidad y especificidad. Por lo tanto, este instrumento no debe usarse para hacer un diagnóstico, sino únicamente como una herramienta orientada al reconocimiento de experiencias personales que podrían sugerir un trastorno del espectro bipolar.
Acotando los síntomas del Trastorno Bipolar
La intensidad y frecuencia de los síntomas del espectro bipolar puede variar. Una persona con enfermedad bipolar puede experimentar distintos episodios maníacos o depresivos, pero también pueden pasar largos períodos de tiempo, a veces años, sin experimentar ningún síntoma. Ambos extremos se pueden experimentar al mismo tiempo o en rápida sucesión.
Los síntomas psicóticos, como alucinaciones o delirios, pueden acompañar a episodios bipolares graves de manía o depresión. Estos síntomas psicóticos generalmente se reflejan en el estado de euforia, y puede llevar al establecimiento de un diagnóstico erróneo de esquizofrenia.
Una persona debe haber tenido al menos un episodio de manía o hipomanía para ser diagnosticada con trastorno bipolar. La hipomanía es un tipo de manía menos grave y no incluye episodios psicóticos. Los hipomaníacos con frecuencia pueden operar de manera efectiva en circunstancias sociales y en el trabajo.
Algunas personas con trastorno bipolar tendrán episodios de manía o hipomanía a menudo a lo largo de sus vidas, mientras que otras solo los tendrán en raras ocasiones.
Aunque un estado de manía puede ser experimentado como agradable especialmente si ocurre después de la depresión, el “subidón” puede no terminar en un nivel cómodo o manejable. Los estados de ánimo pueden volverse rápidamente desagradables, la conducta puede volverse impredecible y el juicio puede verse afectado. Durante la manía, las personas tienden a actuar precipitadamente, a hacer juicios arriesgados y a asumir riesgos inesperados.
En cuanto a los episodios de depresión bipolar son con frecuencia tan graves que impiden levantarse de la cama. Algunas personas deprimidas suelen tener problemas para dormir y permanecer dormidas, mientras que otras duermen mucho más de lo normal.
En este estado, incluso las decisiones más pequeñas, como qué comer para la cena, se experimentan como abrumadoras, pudiendo obsesionarse con sentimientos de traición, fracaso personal, remordimiento o impotencia, lo que puede llevar a ideas suicidas.
Para un diagnóstico de Trastorno Bipolar, los síntomas de depresión que interfieren con la capacidad de funcionamiento de una persona deben estar presentes casi todos los días durante al menos dos semanas. La depresión causada por la enfermedad bipolar puede ser más difícil de tratar y necesita una estrategia de tratamiento personalizada.