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La tricotilomanía es un trastorno relacionado con el control de los impulsos que supone una necesidad irresistible de arrancarse el pelo de la cabeza, las cejas u otras áreas del cuerpo. Para algunas personas, la tricotilomanía puede ser leve y generalmente manejable. Para otras, sin embargo, el impulso de tirar del pelo es abrumador y puede ir acompañado de una considerable angustia.
Los signos y síntomas más comunes de la tricotilomanía incluyen :
– Tirar repetidamente de los pelos, por lo general del cuero cabelludo, las cejas o las pestañas, aunque pueden usarse otras áreas del cuerpo. – Un fuerte impulso de arrancarse el cabello, seguido por sentimientos de alivio. – Zonas de calvicie poco uniforme en el cuero cabelludo o en otras áreas del cuerpo. – Pestañas o cejas escasas o ausentes. – Masticar o comer el cabello arrancado o jugar con él de manera compulsiva. – Frotar el cabello arrancado por los labios o la cara.
Para algunas personas, tirar del pelo es un acto intencional. Son conscientes de su comportamiento e incluso pueden desarrollar rituales elaborados para ello. Otras personas tiran del cabello inconscientemente. La misma persona puede llegar a hacer las dos cosas, dependiendo de la situación y el estado de ánimo.
La causa de la tricotilomanía es poco clara. Pero al igual que ocurre con otros muchos trastornos complejos, la tricotilomanía probablemente es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Además, ciertas irregularidades en el procesamiento cerebral de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina parecen desempeñar un papel importante en este trastorno.
Existen una serie de factores que tienden a estar asociados con la tricotilomanía:
– La historia familiar. Parece existir cierta susceptibilidad hereditaria en la aparición del trastorno. – La edad. La tricotilomanía suele aparecer durante la adolescencia (con mayor frecuencia entre las edades de 11 y 13 años) y es a menudo un problema que se mantiene de por vida. Los niños menores de 5 años también pueden ser propensos a tirar del pelo, pero es una conducta que suele desaparecer por sí sola sin tratamiento. – El sexo. A pesar de que muchas más mujeres que hombres son tratados por este trastorno, no parece clara la vinculación al sexo, ya que esto puede deberse a que las mujeres son más propensas a consultar a un médico ante este tipo de conductas. En la primera infancia, los niños y niñas parecen estar igualmente afectados. – Las emociones negativas. Para muchas personas, tirar del pelo es una manera de lidiar con los sentimientos negativos o incómodos como el estrés, la ansiedad, la tensión, la soledad, la fatiga o la frustración. – El refuerzo positivo. Las personas con tricotilomanía a menudo encuentran que arrancar el pelo les proporciona un cierto alivio inmediato. Como resultado de ello, siguen tirando de su cabello para mantener estos sentimientos positivos. – Otros trastornos. Las personas con tricotilomanía también pueden tener otros trastornos, como depresión, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo o trastornos de la alimentación. Morderse las uñas y pellizcarse la piel también se han asociado con este trastorno.
Se han utilizado diversas terapias para el tratamiento de esta conducta impulsiva, siendo el más habitual de todos el abordaje cognitivo-conductual.
En el documento que ofrecemos hoy para su descarga, se discute el caso clínico de una mujer de 21 años de edad que presenta trastorno del control de los impulsos de tipo Tricotilomanía.
El objetivo planteado es doble: disminuir la ansiedad y reducir la frecuencia del arrancamiento del vello. Para ello se emplea una intervención de tipo cognitivo-conductual utilizando estrategias como la reestructuración cognitiva en relación con los pensamientos negativos desencadenantes de la conducta, la detención del pensamiento, las autoinstrucciones o el autorrefuerzo.
En definitiva, un documento de gran valor práctico en el ámbito clínico que ayudará a entender mejor algunos de los mecanismos que actúan en este peculiar trastorno de la conducta y que puedes descargar ahora en formato PDF.
►Recursos:
Tricotilomanía: Una intervención cognitivo-conductual
►Fuentes:
Morales-Domínguez, Z. (2012). Intervención cognitivo-conductual en un caso de tricotilomanía. Acción Psicológica, 9(2), 131-142 doi: http://dx.doi.org/10.5944/ap.9.2.4111 Imagen cortesía de AnitaPeppers