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En muchos sentidos, la búsqueda de la perfección es la mejor receta para el desastre. Hay un buen número de personas que nunca podrán ser lo suficientemente inteligentes, exitosas, delgadas o guapas para llegar a satisfacer sus propias demandas poco realistas.
Esa actitud exigente que a menudo tenemos hacia nosotros mismos suele dividir nuestras vidas en dos realidades: lo que realmente está sucediendo y lo que nos decimos a nosotros mismos acerca de lo que está sucediendo.
Hemos escuchado la expresión “vivir el momento” tantas veces que las palabras a menudo pierden su significado. Perdemos de vista el hecho de que gran parte del tiempo permanecemos en una espiral de pensamientos que tienen poco que ver con el aquí y el ahora, y mucho más que ver con demandas y exigencias sobre lo que debería ser.
Pero, ¿cómo podemos pasar de juzgar nuestra vida a vivirla realmente y disfrutar de ella? Aquí hay tres elementos claves:
1. Silenciar a tu crítico interior
Ya sea que estemos ante una importante tarea o simplemente disfrutando de cualquier actividad placentera, nuestra “voz crítica” estará activando ese proceso de pensamiento que constantemente pregunta, critica y socava nuestras experiencias.
Ya hablamos de esta voz crítica en el artículo Cómo mejorar la autoestima desarmando la autocrítica, en el que llegamos a definirla como una voz interior que critica y mantiene la baja autoestima, una voz que sin necesidad de sustentarse en realidades interviene en cada una de las valoraciones que hacemos de la realidad que nos rodea.
Esa voz interna nos dice que no somos lo suficientemente buenos o nos advierte que vamos a perderlo todo. Nos dice que tenemos que ser especiales y perfectos para valer la pena. Que debemos satisfacer todas las expectativas para ser personas valiosas. Nos grita cosas como, “Si no erees el mejor, no eres nada.” Cuando recibimos un reconocimiento, nos dice, “No lo mereces.” Cuando nos enamoramos, susurra, “Antes o después te dejará. Esto no va a durar.”
¿Qué pasa realmente cuando escuchamos esta voz crítica y venenosa? Que llegamos a perder todo contacto con la realidad y creamos una realidad paralela y más amable en nuestras propias cabezas. Algunas personas dan a su voz crítica tanto espacio que no hay espacio para otra cosa. Y aunque ignorar activamente y tomar acciones en contra de esta voz inicialmente la hará más fuerte y más violenta, es la única forma de silenciar en última instancia este crítico interno que te agota y te aleja de la realidad.
2. No evitar los sentimientos dolorosos
Vivir en el momento presente no es siempre tan placentero como nos gustaría. La vida está llena de una gran variedad de emociones que incluyen el dolor y la tristeza. Sin embargo, vivir el momento nos asegura una existencia más activa.
No podemos experimentar el pasado o el futuro, y aun así pasamos gran parte de nuestro tiempo perdidos en lamentar lo sucedido y preocupados por lo que vendrá. El momento presente es lo único que tenemos. Piensa en todo lo que nos perdemos cuando nos centramos en las cosas que no estamos realmente viviendo.
La mayoría de nosotros incurre en comportamientos que nos adormecen y nos paralizan en un esfuerzo por evitar el dolor y la tristeza. Sin embargo, la tristeza trae consigo algunos beneficios. Nos hace sentir vivos y hace crecer de forma evidente nuestra capacidad para la felicidad. Por contra, el temor que nos motiva a evitar las sensaciones más dolorosas con frecuencia nos deja un importante vacío en su lugar.
3. Centrar la atención
Cuando escuchamos a nuestro crítico interior, es como si nos estuviéramos viendo a nosotros mismos a través de los ojos de otra persona. Tenemos que aprender a cambiar el foco y a tomar conciencia de nosotros mismos buscando un sentido a nuestras experiencias. Esto significa desde luego el establecimiento de metas, pero también significa disfrutar del viaje.
La vida tiene que ver con luchar, no sólo con estar ahí. ¿Alguna vez te has fijado la meta de hacer ejercicio o de perder peso y te has sentido un poco vacío cuando la has alcanzado? Eso ocurre justo porque la vida tiene que ver con el viaje en sí mismo.
En el camino hacia una vida plena es importante disminuir la velocidad y prestar atención. No anticipar. Centrarse menos en la evaluación y más en la experiencia real. Como dice el experto atención plena Jon Kabat-Zinn, “Pon atención en el presente como si tu vida dependiera de ello.” Y si se pierde, nunca te rindas. Sólo tienes que traer tu atención de nuevo al momento actual.
En realidad es posible fortalecer la mente como un músculo, poniendo la atención en lo que se desea. La vida es demasiado valiosa como para desperdiciarla perdidos en la evaluación de nosotros mismos y a sólo un paso de nuestra propia experiencia. Podemos vivir más plenamente nuestra vida, prestando atención a nuestros sentidos y estando dispuestos a sentir lo que en realidad estamos viviendo en un momento particular de nuestro presente.
►Recursos:
Vivir el presente
►Fuentes:
Adaptado de “3 Steps to Experience the Perfect Imperfect Moment” Imagen cortesía de Francesca Guadagnini vía Flickr.com