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Parejas: 7 claves para una comunicación eficaz

Parejas Comunicar
Alex Martín
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Causa de distanciamientos, riñas, separaciones y divorcios, la comunicación en una relación de pareja es un punto que, lejos de poder ser pasado por alto, debe abordarse con dedicación antes de que sea demasiado tarde.

Existen varias formas de comunicarse y, por paradójico que parezca, las palabras forman solo un porcentaje pequeñísimo en la totalidad de la comunicación.

¿Cómo puede ser esto posible si cuando hablo estoy comunicando? Es verdad, pero el tono de tu voz se lleva casi todos los galardones en esta actividad humana que parece sencilla, pero que es bastante compleja.

Por último, el lenguaje corporal puede ser el gran apoyo, o el gran enemigo de tu mensaje. Tu cuerpo es tu gran delator, puesto que si sabes interpretarlo te dirá si lo que tus palabras afirman es verdad, o una completa mentira.

La comunicación en la pareja es el elemento al que más atención debemos prestarle, puesto que cuando se extravía, otros valores igual de importantes, tales como el respeto, la lealtad y hasta la fidelidad, se van por la ventana.

¿Quieres saber cómo mantener una excelente comunicación con tu pareja? Éstas son las bases en las cuales apoyarte.

Escuchar

La escucha es la base de toda comunicación humana. Cada vez que nuestra pareja habla, y muy especialmente cuando no habla, nos está comunicando algo. Consciente o inconscientemente nos está queriendo hacer saber algo.

Debemos poner a nuestras antenas a trabajar y así recibir esos mensajes de la mejor forma posible. Si creemos que por desoír un reclamo haciéndonos los desentendidos, haremos que el malestar desaparezca, estamos creyendo en los Reyes Magos.

Si nuestra pareja necesita algo, no vamos a eliminar su necesidad por ignorarla, sino que convertiremos a la situación en una bola de nieve imparable que rueda a toda velocidad hacia los lazos que aún nos unen a nuestro compañero.

Saber hablar

Es nuestro turno: nos ha tocado expresar lo que sentimos. Jamás debemos dejar de decir lo que nos pasa, incluso pequeñas cosas, ya que esto crece y crece en nosotros como una semilla. Tarde o temprano, lo que comenzó siendo pequeño, germinará y dará sus frutos, los cuales no serán precisamente dulces.

Si te molesta que tu novio les mande un beso a través de Whatsapp a sus amigas o compañeras de estudio, lo mejor es decírselo.

Si te quedas callada, el grado de desconfianza seguirá creciendo y, sin haber tenido intenciones de hacerlo, terminarás siendo muy grosera con una de esas mujeres y tu novio te mirará preguntándote sin palabras: “¿me he perdido de algo?”

Diálogo vs monólogo

La prueba de fuego para saber si estás dialogando o monologando es muy sencilla. Mientras tu pareja habla, tú ya tienes algo preparado para decirle. La frase está en tu garganta y empuja para brotar por tus labios.

Si cuando termina de hablar se la dices, estás monologando. ¡¿Cómo es posible?! Yo dejé que terminara de hablar… la escuché cinco minutos de corrido. Ese es justamente el problema: ¿en cinco minutos no cambió tu discurso en base a lo que ella te dijo? Si la respuesta es “no”, es porque no la escuchaste, solo esperaste a que terminara de hablar.

En un diálogo, aquello que tenemos para decir vira totalmente de dirección ante el estímulo de las palabras de la otra persona. En teatro lo llamamos acción-reacción. Tú haces algo, yo reacciono.

Hacer preguntas

Cuando tienes dudas acerca de algo, hay que preguntar. Jamás debe confundirse esto con una acusación. Si la otra persona se ofende y se siente acusada, no es nuestro problema.

Hacer una pregunta está totalmente permitido, y es totalmente aconsejable, cuando hay ciertas situaciones que no terminan de cerrar en nuestra mente.

Responder preguntas

Del mismo modo que las hacemos, es nuestra obligación como miembro de una pareja que se precie de tal, de responderlas.

Frases como “ya te lo expliqué”, “no quiero hablar de eso”, “¡me ofendes!” no propician la comunicación sana y fluida que todo vínculo amoroso necesita.

Saber lidiar con temas que no queremos tratar

La vida no es el valle del Edén. Por lo tanto, tenemos que lidiar a diario con temas que no nos gustan ni nos hacen sentir plenos, pero son parte del trato que implica estar en pareja.

Si nuestra esposa cree que es conveniente poner una alarma en la casa y le hemos dicho que no simplemente porque nos parece que no es necesario, el tema no está concluido. Ella sigue pensando que sí lo es y esperará a que nos calmemos para abordar el tema nuevamente.

Sería terrible que cuando lo haga, nos demos la vuelta y encendamos el televisor mientras le decimos desde la otra habitación: “ya te dicho que no. ¡Eres una pesada!” .

Si creemos que nuestro matrimonio sobrevivirá seis meses más con estos parámetros, o somos muy crédulos o no hay un espejo en diez kilómetros a la redonda. Los temas cotidianos y molestos tienen que ser hablados, abordados, discutidos y acordados.

Tener buena memoria

La falta de memoria, lo cual puede ocurrir de forma voluntaria o no, es un causal de pésima comunicación. Si para poder terminar una conversación hemos dicho que sí a algo, tendremos que recordar esa respuesta y aplicarla. No es válido ni ético decir que no lo hemos dicho o que solo dijimos que sí para que no nos insistiera más sobre el asunto.

Parte de la comunicación es saber decir que no. Si una negativa nos implica tener que discutir el tema durante más tiempo, lo tendremos que hacer, pero una vez que hemos zanjado la conversación con una respuesta definitiva, nuestra responsabilidad será adherirnos al trato y comportarnos acorde a la situación.

Una respuesta es un compromiso en términos de una relación de pareja madura.

2 comentarios en “Parejas: 7 claves para una comunicación eficaz”

  1. Muy interesante el articulo. Agregaría la practica de la comunicación no violenta, lo que permite hablar sin juzgar, sin “condenar” al otro. Sé que no es fácil pero sí, es muy eficiente y la pareja lo va a valorar.

  2. Es importantísimo en una relación de parejas tener una comunicación fluida y constante, no tener miedo a tratar determinados temas y que conjuntamente se encuentre un punto de reflexión y un termino medio para poder decidir conjuntamente. Cuando no existe comunicación surge la tirantez, momentos incómodos y discusiones frecuentes. Me ha gustado mucho este post, me resulta realmente interesante y muy útil.

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