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12 cosas que hacen las personas felices

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Jesús Matos Larrinaga
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¿Nunca has visto a alguien que camina por la calle con la cabeza alta, paso seguro, sonriendo y que parece que se come el mundo? ¿Te ha corroído la envidia al verlo? Mal empezamos…

Esa es una de las actitudes que esa persona feliz nunca tendría. No te preocupes, a mí me pasaba igual, sigue leyendo que esto te puede interesar.

¿De dónde viene la felicidad?

Según la investigación científica sitúan un 50% de nuestra felicidad en nuestra genética. Es decir, es inmodificable, no podemos hacer nada para cambiarlo.

En torno a un 10% depende directamente de nuestras circunstancias. Es decir, dónde vivimos, el tamaño de nuestra cuenta corriente, la pareja que tengamos etc.

Y en torno a un 40% de las actividades en las que invirtamos tiempo de forma intencional para ser feliz. Como por ejemplo hacer un voluntariado, nadar los jueves por la tarde o cenar con mis amigas el viernes por la noche.

Alejandra Sierra nos ofrece  en esta misma web una visión más detallada sobre este asunto en su artículo ¿Sabes de dónde viene la felicidad?.

¿En qué invierten el tiempo las personas felices?

A raíz de los estudios con personas felices, Sonja Lyubomirsky ha diferenciado 12 grandes grupos de actividades y actitudes:

1. Expresar gratitud

Las personas felices muestran una actitud de gratitud con la vida. Se muestran agradecidos por lo que tienen y por lo que son. Es una perspectiva que favorece el pensamiento optimista, ya que permanentemente estamos dando gracias por el agua que hay en el vaso (Ya ni nos planteamos lo de medio lleno o medio vacío)

Hay ejercicios específicos para desarrollar esta habilidad como la carta o el diario de gratitud.

2. Cultivar el optimismo

EL optimismo es una forma de ver la vida. Es la capacidad de mirar con esperanza al futuro, ver el lado bueno de nuestro presente y ser capaz de mirar hacia atrás con benevolencia, viendo las situaciones difíciles como aprendizajes.

Existen tareas para mejorar esta habilidad cómo escribir sobre mi mejor yo futuro o el cambio de pensamientos automáticos negativos.

3. Evitar la comparación social

Cuando nos comparamos con los demás suelen surgir dos tipos de pensamientos que nos llevan a dos emociones que no nos ayudan en nada a ser felices. Si nos comparaos en un área en la que salimos perdiendo, sentiremos envidia. Si por el contrario lo hacemos en otra área en la que salimos ganadores podremos sentir pena.

Para cultivar esta actitud podemos entrenar en la detección y cambio de pensamientos automáticos negativos.

4. Practicar la amabilidad

El ejercicio de dar sin esperar nada a cambio te sitúa en una perspectiva de abundancia. Ayuda a generar empatía con los demás. Agudiza nuestra capacidad para ponernos en la piel del otro. Además, contribuyes a hacer un mundo mejor, ya que cuando alguien realiza una acción de amabilidad, las posibilidades de que la persona que recibe esa acción emita a su vez una conducta amable, suben.

Para mejorar esta habilidad los expertos recomiendan llevar a cabo un gran gesto amable a la semana o 4 o 5 pequeños gestos el mismo día (Una vez a la semana).

5. Cuidar las relaciones

El ser humano es un animal social, por lo que necesita de sus iguales para sentirse pleno. Ten en cuenta que hemos evolucionado en mitad de un ambiente muy hostil en el que necesitábamos de otros para sobrevivir. Para tener relaciones sociales satisfactorias es de vital importancia dedicar tiempo a la comunicación.

Para cuidar tus relaciones sociales lo mejor es dedicar tiempo de calidad a estas. Quedar frecuentemente con amigos, familiares o pareja en lugares que permitan la comunicación.

6. Desarrollar estrategias para afrontar

Parte de la autoestima es vernos a nosotros mismos como capaces de superar situaciones difíciles. Las personas más felices y con autoestima más fuerte perciben los problemas como retos. Se ven a sí mismos como capaces de afrontar las dificultades con éxito.

Muchas veces las personas dan un giro a su vida tras una situación traumática en la que se ven tocando fondo. Después se produce un cambio brutal en el que desarrollan un montón de estrategias y empiezan a afrontar la vida de otra forma centrándose en lo que importa realmente.

Ante una situación complicada en la que te ves atrapado, es muy útil la escritura emocional. El proceso de escribir ayuda a dotar de sentido a las experiencias y desde esa coherencia es más fácil evolucionar.

7. Hacer más actividades que realmente me atraigan

Hay una relación directa entre el número de actividades agradables que hace una persona a lo largo del día y su estado de ánimo. Es tan importante dedicar un rato de ocio al día como dedicar tiempo a nuestra familia o al trabajo. Desgraciadamente nos olvidamos demasiado de nosotros mismos.

Aquí la única recomendación que te puedo dar es que hagas lo que te gusta más veces a la semana.

8. Aprender a perdonar

El acto de perdonar a los demás o perdonarse a sí mismo es como tirar una mochila llena de piedras. Es liberador. El perdón no se hace para la persona que nos ha agredido, faltado al respeto o humillado. El acto de perdonar se hace para uno mismo, para ser capaz de seguir adelante.

Una buena estrategia es escribir una carta de perdón intentando empatizar con la otra parte.

9. Saborear las alegrías de la vida

Desarrollar la capacidad de vivir el momento y exprimir al máximo las sensaciones de placer. Desgraciadamente los seres humanos nos acostumbramos en seguida a lo bueno y necesitamos experiencias nuevas. El saboreo supone poner atención plena en la actividad que estamos llevando a cabo.

Para mejorar esta habilidad empieza a practicar meditación o mindfulness.

10. Comprometerte con tus objetivos

Supone dedicar tiempo a lo que realmente quieres en la vida. Esta actividad te ayudará a encontrar tu identidad y a reforzar tus creencias y tus valores. Además, contribuirá a una autoestima más alta.

La recomendación es que dediques unos minutos al día por lo menos a plasmar en un papel cómo te gustaría verte dentro de 10 años.

11. Practicar la religión o la espiritualidad

Está demostrado que las personas más espirituales tienes menos tendencia a padecer depresión o ansiedad. Es una forma de afrontamiento que se ha demostrado muy eficaz.

Para potenciar este aspecto puedes dedicar más tiempo a prácticas religiosas o hacer mindfulness.

12. Dedicar tiempo a nuestro cuerpo

Realizar ejercicio físico es un pilar fundamental para el bienestar. Mantenerse en forma nos ayuda a subir nuestra autoestima, eleva nuestro autoconcepto, nos mantiene activos, nos ayuda a gestionar emociones y fomenta nuestra salud física y mental.

Haz ejercicio por lo menos 3 o 4 veces a la semana. Aunque sea ir a caminar.

Conclusiones

Está demostrado científicamente que tener un coche más rápido, unas piernas más largas o haber nacido moreno en vez de rubio no nos da la felicidad. No obstante, los seres humanos seguimos empeñados en preocuparnos y luchar contra nuestras circunstancias.

Conseguir bienestar y felicidad es mucho más fácil y cuesta menos trabajo. Dediquemos un rato al día a realizar actividades que nos hagan feliz. No hace falta que pruebes los 12 tipos que te he comentado arriba.

Puede que algunas te parezcan estúpidas o cursis, está bien. Prueba las que realmente concuerden con tus valores y verás como en pocas semanas tu nivel de bienestar es muchísimo más alto.


Recursos:
En defensa de la felicidad: Un auténtico tratado de la felicidad
Fuentes:
Imagen cortesía de Pixabay.com

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